sábado, 3 de marzo de 2012

El niño que no quería escribir

 






  H

abía una vez un niño que no le gustaba escribir .

Los lápices eran sus peores enemigos. Nunca les prestaba atención, ni siquiera los que le regalaban en su cumpleaños.

Los tiraba al suelo, les sacaba punta con un sacapuntas y los dejaba chiquitos o los partía a la mitad.

Un día, no tuvo más remedio que ponerse a escribir  en la escuela. Los lápices enojados  se pusieron de acuerdo. Cada vez que Pedro agarraba uno, se le caía de la mano y rodaban por el suelo.

-        ¿Qué es esto?

-        ¡No puede ser!

-        ¡Por eso, no me gusta escribir! Me dan mucho trabajo.

Entonces... Pedro, decidió que su compañero, le escribiera el examen.

Su amigo no había estudiado y los dos se sacaron malas notas.

                                      -2-

  Pedro pasó muchos días en penitencia encerrado en su  

  cuarto.

Parecía que sus juguetes no le hablaban que estaban enojados. Pedro empezó a aburrirse.

Una noche vio como sobre una hoja, los lápices danzaban y dejaban rayas  multicolores.

¡Qué paisajes!

¡Qué dibujos!

                                   -3-

Pedro se acercó a su escritorio iluminado de colores y uno de ellos le guiñó el ojo.

Una voz dulce le dijo...

-Anímate, Pedro, toma un lápiz entre tus dedos y escribe lo que te guste.

-Pedro tímido pero decidido, tomó un lápiz y se puso a dibujar y a escribir.

Desde ese momento, se dio cuenta, que un lápiz es el mejor amigo. Porque él, podía  inventar cosas fantásticas y el lápiz escribirlas para que todos los niños puedan leerlas.

Porque lo que se piensa ,hay que escribirlo ¡porque si no te lo puedes olvidar!

Autora:Ana M.Castro Luca

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