domingo, 29 de marzo de 2015

Diez películas sobre psicología y trastornos mentales

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Diez películas sobre psicología y trastornos mentales

Diez películas sobre psicología y trastornos mentales
Imagen: "Film strip", por Bart Everson

Películas sobre psicología de ayer y de hoy

La psicología también tiene su lugar en el séptimo arte. Desde luego, prácticamente cualquier película puede tener una lectura psicológica de sus personajes o de la manera de pensar de quien la ha dirigido. Sin embargo, el listado de películas sobre psicología que encontrarás a continuación está especialmente recomendado para toda aquella persona interesada por estudiar y comprender esta disciplina y los contenidos que trabaja:

1. El príncipe de las mareas (1991)


Melodrama romántico dirigido por Barbra Streisand basado en el libro homónimo escrito por Pat Conroy. Aunque es una historia basada en el amor y el perdón, también habla sobre los traumas de la infancia y la huella que pueden dejar en la vida adulta en forma de TEPT.

2. La escafandra y la mariposa (2007)


Esta es una película que se centra en las consecuencias psicológicas de sufrir un impedimento físico. El protagonista, antiguo redactor jefe de la revista Elle, queda encerrado en su propio cuerpo debido al llamado síndrome de enclaustramiento, incapaz de mover nada de manera voluntaria salvo un ojo. Este ojo será a partir de ese momento la única ventana de comunicación que lo mantendrá en contacto con el resto de personas y que le permitirá escribir un libro autobiográfico, el mismo en el que se basó esta película y con la que comparte nombre. La película, además de contener una importante carga emocional, es una reflexión sobre las relaciones entre la mente (o, mejor dicho, la consciencia) y el propio cuerpo.

3. Alguien voló sobre el nido del cuco (1975)


En esta película protagonizada por el ínclito Jack Nicholson se muestran problemas esenciales de la tradición en la que se basan muchas instituciones mentales: la sobrediagnosticación, la minusvaloración del interno como agente responsable de su propia vida, el encasillamiento de las personas usando etiquetas diagnósticas, y los métodos invasivos para cambiar los patrones de conducta. Está basada en la novela homónima de Ken Kesey y en su momento cosechó muchos premios debido a su perfecto acabado técnico y el mensaje humanista que transmite.

4. Memento (2000)


Combina una ejemplificación perfecta de lo que es la amnesia anterógrada (un trastorno en el que no se forman nuevos recuerdos) con una manera de narrar que nos hace comprender mejor este tipo de trastorno. La película está compuestas por dos tipos de escenas, unas en blanco y negro y otras en color, que se suceden hacia adelante y hacia atrás en el tiempo para dejarnos en todo momento con la sensación confusa de que nos falta algo para entender lo que está pasando. La película también nos hace preguntarnos dónde queda la propia identidad cuando la memoria no está ahí para conectar todas las experiencias que vivimos.

5. Take Shelter (2011)


Un padre de familia normal y corriente empieza a ceder al miedo de un posible apocalipsis sin estar sujeto a ninguna explicación racional. A partir de ese momento, entra en una espiral de decisiones precipitadas sin que sepamos si tiene motivos para obrar así o se trata de delirios. Esta película puede ser incluida en un listado de películas sobre psicología por las sensaciones que nos hace experimentar, aunque lo que intenta explicarnos es más una metáfora sobre el estilo de vida americano, profundamente basado en la propiedad privada, que una ilustración sobre los mecanismos mentales de la paranoia.

6. Funny Games (1997)


Una familia de veraneantes es secuestrado en su propia casa por una pareja de hombres que van vestidos como jugadores de golf. A partir de esa premisa, el director austriaco Michael Haneke dedica más de una hora a mostrarnos lo que ocurre cuando la psicopatía se combina con altas dosis de mala fe y ánimos por eliminar al prójimo. En corte realista de la película se combina con un componente de metaficción en las que el espectador es interpelado directamente por lo que está viendo, lo cual no ayuda a hacer más liviana la película. También hay ocasiones en las que se hace referencia al hecho de que todo lo que ocurre forma parte de una película en la que prima la voluntad de la pareja de golfistas, lo cual refuerza la sensación de que lo tienen todo bajo control y que detrás de su aparente impulsividad hay un marco de racionalidad perversa. Película no recomendable para estómagos sensibles.

7. Soy un cyborg (2006)


Mucho más lírica que la anterior, Soy un cyborg es una película ambientada en Corea del Sur en la que una joven es internada en un psiquiátrico a causa de sus alucinaciones. Se trata de una película de amor en la que el pretendiente, que también está internado, va escalando los peldaños de la realidad paralela que ha creado la protagonista, comprendiendo su lógica oculta, para ayudarla.

8. El experimento (2001)


Un listado con películas sobre psicología no puede excluir la vertiente social de nuestro comportamiento. El experimento es una película basada en el experimento de la cárcel de Stanford, que se realizó en año 1971 bajo la batuta del psicólogo Philip Zimbardo. En él, varias personas son asignadas de manera aleatoria a dos categorías: guardianes de una cárcel ficticia y presos de la misma. Durante este experimento, que terminó de manera precipitada al escapar del control de los experimentadores, se pudo ver hasta qué punto los elementos sociales tan superficiales como la pertenencia a un grupo puede hacer cambiar totalmente la moralidad de las personas.

9. Mejor… imposible (1997)


El trastorno obsesivo-compulsivo es retratado aquí con humor. Melvin Udall (Jack Nicholson) construye su día a dí a partir de pequeñas rutinas inquebrantables y una habilidad única para resultar detestable. Udall va dejando que las compulsiones y los patrones repetitivos de conducta vayan dictando su vida hasta que llega un día en el que una novedad se cruza en su camino y cambia su carácter para bien.

10. La naranja mecánica (1971)


Uno de los grandes clásicos de Stanley Kubrick, basado en una novela del mismo nombre. El protagonista está acostumbrado a una vida de violencia y descontrol a causa de un probable trastorno antisocial de la personalidad. Cuando es encarcelado, un grupo de técnicos decide probar con él un método para suprimir los impulsos violentos mediante una busna dosis de psicología conductista. Esta película habla sobre la creencia en pequeños resortes invisibles que activan patrones determinados de conducta al margen de la voluntad de la persona. Esta distopía futurista es considerada por muchas personas como la reina de las películas sobre psicología al centrarse tanto en los mecanismos psicológicos como en una discusión sobre le existencia de estos y del papel de la psiquiatría moderna.
naranja mecánica dibujo
La Naranja Mecánica.



jueves, 5 de marzo de 2015

Natalia Trenchi.Año lectivo nuevo

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Carta a madres y padres de escolares


Queridas y queridos: otro nuevo año lectivo ha empezado. Ya gastaron fangotes en libros y cuadernos que además hubo que forrar y etiquetar, compraron uniformes y túnicas, trataron con poco éxito de reciclar algo del año pasado y volvieron a poner la alarma del reloj para que suene bien tempranito.

Sólo quienes lo vivimos sabemos el esfuerzo que conlleva toda esta etapa. Y cuanta esperanza y buenos deseos ponemos en la tarea. Porque si bien los uruguayos hemos cambiado culturalmente y nos hemos cholulizado con los que ganan plata fácil, seguimos valorando y confiando mucho en el estudio. Seguimos diciendo: “lo único que les voy a dejar es la formación”. Por eso, porque quiero que el esfuerzo valga la pena y cosechen buena siembra, es que quiero darles algunas recomendaciones:

-    Cuídense ustedes: si ustedes están bien, todo lo demás tiene más chance de estar bien. Ordenen su vida con  buenos hábitos, esos que no te esclavizan ni te torturan sino que te hacen la vida más fácil. Por ejemplo, no caigan en la tentación de quedarse despiertos hasta tarde con cosas que no valen la pena si al otro día se tienen que levantar temprano. ¡Dejen la peli o el candy crush para el viernes!

-    Levántense con tiempo: ¿qué son 15 minutos más o menos de sueño? Nada para el descanso, mucho para el clima familiar. Para los niños, despertarse con un llamado cariñoso y oliendo las tostadas es muy diferente al sobresalto de una voz apurada y una cajita fría sorbida en el camino a modo de desayuno. Desayunen sentados en la mesa y  con una sonrisa en los labios. Levantarse con tiempo hace más fácil que se alimenten bien al comienzo del día, que no se olviden de nada en casa y que lleguen a la escuela mejor dispuestos y con mejor humor. No es pavada.


¡Acuesten temprano a los niños! Lo necesitan para aprender, para recordar, para estar fuertes. Los niños necesitan aproximadamente 10 horas de sueño nocturno. Asegúrense que las tengan. Además, los padres necesitan también algunas horitas sin niños dando vueltas por ahí.
-    En lugar de rezongar cada día por las mismas cosas, enséñenles estrategias. Las que permiten organizar y aprovechar el tiempo son fundamentales: dibujen el esquema de la semana y marquen los días que hay que llevar el equipo deportivo o la merienda para compartir o lo que sea. Si ya tienen la edad suficiente, regálenles una agenda y enséñenles a usarla bien.
-    Respétenles el derecho y la necesidad a tener tiempo libre para jugar. Si no les queda  (horario largo de escuela  más deberes más mil otras actividades), algo está marchando muy mal. Los niños necesitan poder jugar, descansar y mover el cuerpo todos los días. Es más importante eso que la clase de chino mandarín.
Si sus hijos hacen horario doble, procuren que no les manden deberes (¿trabajo extra para casa después de una jornada de 8 horas?).
-    Si tienen que hacer deberes ayúdenlos a organizarse, a buscar y ordenar el lugar tranquilo que necesitan y a tener los útiles a mano. Sean muy firmes en la consigna para hacer los deberes o estudiar. Fuera los celulares, la tv debe estar apagada y la compu prendida, solamente si es necesario. Y procurar en ese caso, tener Facebook y demás distracciones desactivadas.
-     Ofrezcan su guía para hacer la tarea si es necesario. Dije “guía”, eh? No hacerlos con ellos, simplemente guiarlos. No se sienten al lado ni les generen el hábito de “esperar a mamá/papá” para hacer los deberes. Para lo poco que sirven los deberes es para que entrenen la independencia y autonomía de trabajo. No los transformen en todo lo contrario.   
Estimúlenlos sinceramente y mucho por su esfuerzo y persistencia, más que por los resultados exclusivamente. Nos interesa que desarrollen la capacidad de trabajo.
-    Respeten su derecho a cometer errores, a no saber, a ser inmaduros. ¡Es lo normal! Ténganles paciencia porque si queremos niños sanos, productivos y creativos tienen que aprender a no temer al error.  Ayúdenlos a corregirlos y aprender de las equivocaciones en el mejor de los climas.
-    Ofrezcánles un clima familiar amable y cálido, donde aprender y saber sea posible y dé placer a cualquier edad. Mantengan una actitud curiosa con el mundo que los rodea. Ensayen una nueva receta de pizza, sorpréndanse con que José Pedro Varela vivió escasos 30 años, comenten los avances posibles con las impresoras 3D.
-    Enséñenles con la palabra y el ejemplo a respetar a la maestra, a los demás docentes y a la institución en general. Jamás hablen mal de ellos frente a los niños.

Establezcan un buen vínculo con la maestra: no es necesario que nos guste ni que la elijamos para amiga, pero por nueve meses será una socia muy importante en la crianza de nuestros hijos. Mantengan la comunicación y el respeto en las buenas y en las malas.
-    Promuevan los vínculos fraternos entre los compañeros, la tolerancia y la aceptación. Una de las experiencias más ricas de la escuela es la de aprender a ser una persona en sociedad de pares. No se asusten de los conflictos porque son parte del menú, pero estén atentos a ofrecerles buenas maneras de resolverlos.
-    Una vez que empiezan las clases, ¡no les hablen a sus hijos exclusivamente de la escuela! Siguen siendo personas y no sólo alumnos (además ellos odian que sólo los atormenten con preguntas de los trabajos y nos exponemos a que contesten sólo con monosílabos o gruñidos).

"Lo más importante que sus hijos aprenderán en la escuela no son ni las tablas ni el uso del tilde ni siquiera la fecha de la Batalla de las Piedras. Lo que les quedará para siempre es el haber aprendido o no a esforzarse, a tener buenos o malos hábitos de estudio, a confiar o no en sí mismo, a funcionar en sociedad, a ser pacientes y organizados o no. "


Pongan el acento en que la experiencia escolar no sea ni una tortura ni una fábrica de fracasos. Adopten una actitud positiva, de ayuda y estímulo para convencerlos que ese es el camino y que ellos pueden.