¿Cómo saber si mi hijo padece trastorno por déficit de atención con hiperactividad?
At. 538
Hace
unas semanas escuché en la radio que en Holanda el 68 % de los
escolares (2 de cada 3) tomaba medicación para el Trastorno por déficit
de atención con hiperactividad (TDAH). Desde mi opinión me parece
exagerado y seguramente hemos llegado al polo opuesto de un
sobre-diagnóstico de este trastorno infantil. En todo caso, muchos
padres pueden preguntarse si el comportamiento que su hijo presenta es
un TDAH o está dentro de lo que puede considerarse habitual.
Desde aquí, no podemos hacer un
diagnóstico, pero sí podemos darles unas pistas para sospechar o no de
la presencia del trastorno. Les vamos a presentar algunos de los
indicadores adaptados del Manual de Diagnóstico de la Asociación
Americana De Psiquiatría (DSM IV-TR)
Algunos signos de sospecha de que el niño puede presentar déficit de atención (con o sin hiperactividad) son:
- Comete errores en tareas escolares o en otras actividades por no prestar atención suficiente a los detalles por descuido.
- Tiene dificultades para mantener la atención en tareas o en actividades de juego. – Parece no escuchar cuando se le habla directamente.
- Le disgusta o procura escabullirse de tareas que requieren prestar atención mucho tiempo, como trabajos escolares.
- Pierde objetos necesarios para tareas o actividades: juguetes, ejercicios escolares, lápices, libros, etc.
- Se distrae fácilmente con cualquier cosa.
- Contesta antes de que se termine la pregunta.
- Tiene dificultades para guardar su turno.
- Interrumpe o se inmiscuye en las actividades de los otros: se entromete en actividades o juegos. Por último, los signos de sospecha de que puede además presentar hiperactividad son:
- Mueve en exceso manos o pies, o se remueve en su asiento.
- Abandona su asiento en situaciones en que se espera que permanezca sentado.
- Corre o salta excesivamente en situaciones en que es inapropiado hacerlo.
- Tiene dificultades para jugar o dedicarse tranquilamente a actividades que le gustan.
- Suele actuar como si tuviera un motor.
- Habla en exceso, como si no pudiera callar.
- Debe haber un número suficiente de indicadores.
- Los síntomas deben durar al menos 6 meses y estar presentes antes de los 7 años.
- Tienen que aparecer en varios contextos, por ejemplo en el colegio y en el hogar. No es válido que se comporte así solo en casa.
- Debe haber evidencias de que estos síntomas deterioran la actividad escolar o laboral.
Jesús Jarque García. para el Portal Educativo Educapeques
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