sábado, 25 de febrero de 2012

Un problema que nos atañe a todos: La violencia infantil.

Un problema que nos atañe a todos: La violencia infantil.

Aunque la mayoría de los padres son cariñosos y delicados, algunos no pueden o no asumen un conveniente cuidado de sus hijos, mientras otros deliberadamente los lastiman. Los niños son protagonistas y testigos de la violencia.
Se vive en la actualidad  un tiempo en el que la violencia parece haberse instalado desde lo social hasta lo cotidiano y desde este espacio al primero, no obstante que la misma y como tal se filtra en nuestra sociedad y en nuestra  culturas.
Existe la necesidad de un cambio social. Que no sólo debe  surgir desde el ámito educativo sino sel seno mismo familiar
La violencia infantil, hoy está en el tapete, luego de años de oscuridad en donde la complicidad, el miedo a hablar , tal vez la vergüenza y los códigos de silencio intrafamiliares, han encontrado un verdadero lenguaje de comunicación en nuestra sociedad.
No sólo existe violencia en la calle  en las instituciones escolares y en los clubes, sino también  dentro del seno familiar. Esto confirma que esta actitud de la sociedad, es el reflejo de lo que pasa en la mayoría de los hogares. Hay que profundizar permanentemente esta problemática. Porque es un problema complejo y multicausal.

¿Años antes no se hablaba de violencia?
¿Existía la violencia o es un mal de este siglo por la complejidad y la competitividad?
¿Los padres eran violentos y en las escuelas  y liceos existía la violencia? ¿Proviene de imitar otras culturas?
Durante muchos años, se tuvo que disfrazar las verdades al hablar con los padres, por el reclamo angustiado de algún niño o adolescente a la hora de hablar de sus padres. Produce en los docentes quienes tienen contacto con niños y adolescentes  cierta indignación y frustración por sentir impotencia a la hora de ver que algunos chicos son maltratados.

El maltrato consiste en arriesgar intencionalmente y previsiblemente a un niño.
El abuso físico incluye lesiones corporales ocasionadas por golpes o quemaduras. La negligencia consiste en no satisfacer las necesidades básicas del niño como ser alimentación, vestimenta o protección. El abuso emocional causa trastornos cognitivos, emocionales, mentales o del comportamiento
La burla, el rechazo, la intimidación, los insultos, la degradación, la falta de amor son también formas de maltrato infantil.
Hoy en día el maltrato es más reconocido que en el pasado, pero es difícil de determinar o de detectar. Gracias a las nuevas leyes, los menores pueden terminar su etapa de crecimiento en forma sana y saludable porque hay instituciones que apoyan.

El castigo físico no es aconsejable en ninguno de los casos porque sus efectos son generalmente negativos: se imita la agresividad y aumenta la ansiedad del niño.
Muchas veces cuesta entender las cifras  de datos reportados porque un buen porcentaje queda atrapados en medio de valores conflictivos: la privacidad y la vergüenza.
¿Por qué algunos adultos descuidan a sus hijos?
¿Cómo detectar a los transgresores?
¿Qué valores y patrones culturales tienen?
¿Cuáles son los efectos posteriores del maltrato?
El maltrato ocasiona consecuencias serias. A veces confunden violencia y maltrato con puesta de límites o formación de hábitos. Los niños hablan tardíamente del tema. Tienden a repetir años escolares, desempeñarse  deficientemente en el área cognitiva, están desorientados frente a sus progenitores o provocan incidentes y actos de violencia o vandalismo dentro y fuera de las instituciones educativas.
Si bien las sanciones dentro de un centro escolar o liceal sirven como efecto para renovar el control o aceptar las normas, hay que pensar que la convivencia y la tolerancia no se dan ,porque en la sociedad y   los hogares los chicos viven otras situaciones.
Pese a eso, si logramos en la escuela y en los liceos  notar este tipo de comportamiento no siempre decimos que  no podemos ayudarlos, lograr cierto apego  generar buenos vínculos entre maestros, profesores, instituciones y familias, hace que los educandos sienta que alguien los apoya y puedan con ayuda superar situaciones de riesgo o efectos traumáticos.
Debemos lograr que ellos sean en un futuro progenitores no abusadores. Esto se logra si cuentan desde el ya con alguien a quien pueden solicitar ayuda.

Instituciones educativas vs. Comunidad

La prevención comunitaria eficaz y las estrategias de intervención hoy en día tienen fuertes objetivos que están a la disposición de todos. Resulta difícil lograr solidaridad, respeto y ayuda mutua. Los docentes no solamente  son los que están a cargo de distribuir conocimientos sino quines  manejan la puesta de límites,instriuyen acerca de  los derechos y las obligaciones de cada individuo que se está formando .No se trata de controlar el problema, sino de entenderlo. Este problema es de gran trascendencia por su factor de riesgo en todas las clases sociales.
Una crianza poco efectiva se proyecta luego en la adolescencia y más tarde en el adulto que repetirá sin lugar a dudas las conductas que les fueron impartidas en su infancia. Una prevención precoz evita que las cosas se transformen en síntomas graves.
Recordemos que el tema violencia  y sus efectos se extienden fuera del ámbito de la pareja o de la familia y   todo lo relacionado son las personas con quienes dejamos a los hijos a su cuidado; empleadas domésticas o cuidadoras que conviven a diario y por muchas horas con los menores. Uno nunca sabe lo que sucede cuando no estamos presentes.
Es bueno ser perceptivos y buscar ayuda sin temor. Dentro de cada barrio existen instituciones que pueden ayudar o proporcionar apoyo donde se puede encontrar respuestas efectivas y solidarias a los problemas y asesoramiento legal ,en caso de ser necesario
La mediación es una de las infinitas maneras e intentar solucionar este tipo de conflictos. Con ayuda de profesionales se puede llegar a acuerdos promoviendo entre las partes implicadas.

Los adultos también son violentos
Los maestros y profesores  siempre intentamos estar atentos y somos sensibles a la hora de presentir alguna anomalía. A veces es violencia verbal, en forma de insultos y verbalizaciones que indican falta de respeto por los derechos del otro. Las reacciones que generan  malos modales también se escuchan lamentablemente en boca de los adultos y  familiares que rodean el entorno de los chicos. Lamentablemente con cierta frecuencia en los pasillos de las instituciones, en las entrevistas con los docentes, estas interjecciones negativas se perciben por la  voz que expresa, algún sentimiento profundo como molestia, bronca, ira etc. Existen  estudios que plantean la hipótesis de que el grado de conducta agresiva o violenta que  manifiestan algunos individuos es el resultado de la manera particular en el que el individuo fue socializado en su infancia.
Las instituciones en su mayoría tienen propuestas de talleres para padres y es bueno que éstos concurran. Sensibilizarse al respecto, es un buen comienzo. Ser padres no significa ser perfectos y todos podemos equivocarnos alguna vez. Pero la educación escolar y lineal no mejora la conducta ni forma ciudadanos responsables y saludables, si no hay en el hogar una educación familiar acorde cuya misión es velar por los menores.
La violencia física, como los gestos que indiquen falta de respeto por los derechos del otro, los comportamientos que indiquen malos modales o falta de respeto llevan a que amparados en nuestra profesión se dediquen espacios intra- aula, proyectos escolares y planificación de especialistas o equipos multidisciplinarios para que colaboren con este tema. No hay que olvidarse que a violencia genera conductas que pueden llevar al individuo a transitar caminos no deseados como las drogas y el alcohol. Esto trae aparejado un alto costo social  en términos de recuperación.

Un deber que cumplir desde el rol docente:

Durante la infancia desarrollamos la mayoría de los valores que nos acompañaran durante toda nuestra vida, de allí la importancia de que como padres y educadores trasmitamos a partir de nuestro ejemplo y de la reflexión, los valores que permitan llegar a un mundo con armonía.
Para poder transitar la vida eligiendo comportamientos adecuados , de bajo riesgo y concretando propósitos, se  debe de  contar con una reflexión interna de porqué, para qué y cómo actuar. Por ser humanos tenemos ese instinto para prevenir que a veces suele perderse . Empecemos a reflexionar todos, acerca de algunas palabras que si todos internalizamos, no hay duda de que seremos más felices: “SER TOLERANTES “.
Hay que terminar con la violencia entre todos: familia- escuela- comunidad-.

Cómo se trabaja el tema sin herir susceptibilidades.
Cada actor social que pertenece a un entramado social determinado debe asumir   responsabilidades de forma tal que los cambios no sean a largo plazo.
Las campañas de concienciación hacia la sociedad , provengan de los estamentos estatales o privados, serán una buena contribución para esta lucha.
Al hablar de este tema debe tenerse  en consideración todas las variables que tienen quever con las relaciones entre cada uno  de los individuos y esto  incluye a la familia, los amigos, las instituciones y obviamente al individuo mismo como sujeto social que pertenece a una sociedad.
Siendo padres y docentes está en nosotros la posibilidad de formar valores en el niño, para darle las herramientas indispensables con las cuales poder desarrollarse como un nuevo hombre que idealice una nueva ética en la que se puedan perfilar nuevos rasgos sociales. Buscar ayuda, consultar y asesorarse. Hablar con alguien. Nunca ser cómplices, ni buscar el silencio como refugio .Siempre alguien nos presta una mano. Sabemos que no hay recetas milagrosas, pero siempre hay caminos posibles…
Ana María Castro Luca.
anamaria28@hotmail.com.
www.asesoriaeducativa.info
Docente
E. en Lic. Ciencias de la Educación

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