Entendemos por educación la influencia intencional y sistemática sobre un individuo con el propósito de formarlo. Es un componente esencial en la vida del hombre y de todas las sociedades.
Aunque la educación es un elemento fundamental y permanente de la vida individual y social, no se ha realizado siempre del mismo modo, sino que ha variado conforme a las necesidades de cada pueblo y de cada época.
En la actualidad, nuestra labor como educadores es la formación integral del alumno, queremos formar seres cultos, autónomos y respetuosos de la diversidad. Seres con elevada autoestima, seguros de su propio valor, críticos, capaces de reflexionar; seleccionar e interpretar el mundo que lo rodea con la complejidad que eso supone en el siglo XXI.
Para cumplir esta misión nos valemos de la didáctica, que se concibe en la actualidad como ciencia, teoría y arte para la comprensión de los procesos de enseñanza y aprendizaje en contextos organizados e institucionales.
Enseñanza y aprendizaje son aspectos de un proceso dialéctico que involucra al educador y al educando. En este proceso, la adquisición de conocimiento resulta de una dinámica negociada.
Los modelos pedagógicos tradicionales han dado mayor importancia al aspecto “de enseñanza”, priorizando el rol del educador y la metodología de trasmisión de conocimientos, considerando al alumno como una tabla rasa.
El enfoque actual de este proceso enseñanza- aprendizaje cobra mayor importancia la referencia del contexto en que se desarrolla el niño y los procesos cognitivos que involucran.
El aprendizaje se produce en la mente de las personas y se extiende desde el nacimiento hasta la muerte. Jerarquiza la importancia del proceso cognitivo que lleva a cabo el educando, por lo que la enseñanza debe operar como facilitadora del mismo, es decir organizarse de modo que se aprenda a aprender.
Esta reconceptualización de la enseñanza, conduce a una revalorización de la didáctica, como “un espacio de integración de los saberes-claves, aportados por distintas áreas relacionadas con la misma, tales como la psicolingüística, la etnografía, la sociología, etc a efectos de validarla “como ciencia y no como una simple disciplina instrumental”
Esta ciencia nos proporciona modelos didácticos, teorías específicas de la enseñanza que nos permiten interpretar el acto didáctico.
Roland Charnay en su reflexión sobre los modelos didácticos presentes en el aula promueve un concepto de aprendizaje dentro del modelo aproximativo-apropiativo.
Aproximativo en el sentido que se entiende que, en la situación didáctica el alumno llega a construir el saber socialmente organizado, a través de aproximaciones sucesivas. No de una vez y en forma inmediata, sino interactuando con el contenido en diferentes contextos y momentos, lo cual va a permitir construir esquemas de conocimiento cada vez más ajustado a la naturaleza del contenido.
El enfoque constructivista subraya el papel activo y la actividad interna del alumno.
El niño que inicia sus nuevos aprendizajes, los hace siempre a partir de sus ideas previas: conceptos, representaciones, que ha construido a lo largo de su vida y las utiliza como instrumentos de lectura y de interpretación y que condicionan en un alto grado el resultado del aprendizaje.
Los conocimientos no se apilan, no se acumulan, pasan de estado de equilibrio a estados de desequilibrios. Por lo tanto el docente debe saber de donde partir, ya que su intervención radica en ampliar esos conocimientos generando un desequilibrio cognitivo a los esquemas mentales. (Piaget).
Otro factor a tener en cuenta, es la importancia de la interacción del alumno con el docente, como también con sus pares. Conviene diferenciar lo que el alumno es capaz de aprender y hacer por sí solo, (nivel real de desarrollo) y aquello que es capaz de aprender y hacer con ayuda de otras personas, a través de la imitación de sus acciones, colaborando con ellas o siguiendo sus instrucciones .La distancia que existe entre esos dos puntos se llama zona de desarrollo próximo.( L.S. Vigotsky ).
Además los contenidos propuestos como objeto de aprendizaje, deben estar bien organizados. Una adecuada presentación por parte del docente permitirá que el alumno les atribuya mayor significado,.(Ausubel).
Es así que cada actividad planteada en el aula, intenta provocar aprendizajes significativos por medio de una problematización constante que no sólo le genere la necesidad de aprender, sino que los involucre en la construcción de su propio aprendizaje.
La mediación del docente, resulta fundamental entre la estructura cognitiva del alumno y el contenido disciplinar. Es necesario que realice una adecuada transposición didáctica adaptando el saber a enseñar en un objeto de enseñanza acorde a nivel de desarrollo del alumno.
Es imprescindible que el maestro tenga en cuenta la etapa en que el niño se encuentra para planificar cualquier actividad.
Aproximadamente entre los 6 y 7 años el niño se hace cada vez más lógico. A medida que adquiere y perfila la capacidad de efectuar lo que Piaget llamó operaciones: actividades metales basadas en la relación de la lógica.
Sin embargo en este período, los niños utilizan la lógica y realizan operaciones con apoyos concretos. Los problemas abstractos están todavía fuera del alcance de su capacidad. Es así que se designa a este estadio con el nombre de operaciones concretas.
Son capaces de procesar la información de una manera ordenada. Además evoluciona su razonamiento lógico inductivo al servicio de la formación de conceptos. Se inicia el pensamiento realista y objetivo, aunque aún presentan limitaciones cognitivas, ya que no manejan totalmente lo abstracto, ni dominan lo hipotético.
Las actividades planificadas se encuentran ubicadas dentro de la unidad didáctica “Mi Cuerpo”. La selección del tema es relevante porque nos permite desarrollar contenidos programáticos y trabajar en forma integral con el niño.
En lo que respecta a las actividades de esta jornada el primer contenido a abordar será, hábitos de higiene personal ubicado dentro del área de Ciencias Naturales.
Las ciencias pueden caracterizarse como un conocimiento racional, sistemático exacto, verificable y por consiguiente falible,( Bunge Mario)
Por medio de la investigación científica, el hombre ha alcanzado una reconstrucción conceptual del mundo que es cada vez más amplia, profunda, exacta.
El enfoque tradicional de las ciencias, aún presentes en muchas aulas, plantea una trasmisión de conocimiento como “producto terminado”, no refleja el proceso por el cual estos productos se obtuvieron.
Los niños desde muy pequeños interactúan con elementos del entorno natural y ellos deberían ser el punto de partida para trabajar los contenidos en la escuela.
A partir de interrogarnos sobre éstos podremos proponer actividades que permitan reflexionar sobre lo que acontece y que en reiteradas ocasiones dejamos pasar por parecer demasiado evidente. El mirar sobre lo cotidiano permitirá acercar a los niños a los contenidos conceptuales, procedimentales de las ciencias naturales y favorecerá las actitudes de curiosidad, duda ante lo evidente, capacidad de formularse preguntas etc.
Laura Fumagalli en su libro “El desafío de enseñar Ciencias Naturales”, exhorta a fomentar un pensamiento divergente, que permita crear nuevas hipótesis, criticar, analizar, etc, lo cual se logra mediante estrategias de enseñanza que sean coherente con el modo de producción científico lo cual exige un docente activo y directivo
Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto se indagará constantemente los conocimientos previos de los alumnos de primer año, propiciando aprendizajes significativos, se propondrán situaciones motivadoras en un ambiente de bajo riesgo donde el niño pueda construir su propio aprendizaje.
Se utilizará preguntas problematizadoras como estrategias, la cual guiará al alumno a que
reconozca la importancia del aseo personal y el cuidado de su propio cuerpo. Se concientice de la higiene como medio de prevención de enfermedades. Los alumnos podrán anticipar conclusiones en un debate grupal. Además se incorporarán técnicas para el correcto uso de los elementos de higiene. Utilizaremos la observación de las mismas y la experimentación para favorecer la construcción conceptual.
La observación está lejos de ser la mera percepción de los hechos o fenómenos. La observación supone “estar a favor o en contra de algo” (Charles Darwin- El origen de las especies, Ed. Reña, Madrid, 1994).
En el proceso de observar se cumplen dos acciones simultáneas: el registro de las evidencias, o sea, los datos de aquello que está siendo objeto de su estudio, y la interpretación de los mismos. Esto último quiere decir que se le asigna un significado a la información obtenida. En esa instancia de dar sentido a lo obtenido es que aparece el marco desde donde se hace la observación. Es en ese momento el de la interpretación, en que aparece la teoría.
En el contexto científico, esas acciones se dan prácticamente al mismo tiempo. El hombre de ciencia discrimina qué evidencias son las que sirven a su análisis, y las articula casi sin darse cuenta.
Esto es lo que nos parece que debemos marcar como diferente en el contexto escolar, donde lo buscado es el aprendizaje de los niños. Nos parece clave en relación a la enseñanza que las dos acciones, obtener evidencias e interpretarlas, se den en tiempos diferentes. Entendemos que el niño debe aprender lo que supone cada una de esas acciones. El saber anterior de los niños así como sus ideas sobre el mundo se ponen de manifiesto en el momento de la interpretación, por eso es tan rica y fermental esta instancia.(María Dibarboure)
La actividad experimental tiene un carácter identifica torio para el área desde la época de Galileo. Según su propio convicción, es lo que permite al hombre pensar sobre su manera de pensar, Es una manera de plasmar el pensamiento y ponerlo a prueba. “Experimentar es dialogar con los hechos”,( Galileo)
Carl Sagan, en “El mundo y sus demonios” dice sobre la importancia de la actividad experimental: “Siempre que sea posible los científicos están decididos a comprobar sus teorías hasta el punto de la ruptura. No confían en lo que es intuitivamente obvio…
…La verdad puede ser confusa o contra la intuición. Puede contradecir creencias profundas, experimentando, llegamos a controlarla”
En esta actividad se pone énfasis en promover la preservación de la salud, mediante la incorporación de hábitos de higiene para mantener un estilo de vida saludable. Estos hábitos y actitudes preparan al niño para manejarse adecuadamente en la vida. Utilizaremos como recurso láminas que permitan a que el alumno se encuentre motivado en todo momento.
El error en todo momento se utilizará como estrategia porque nos da una lectura de los conocimientos de los alumnos y de los avances que realiza.
El segundo contenido a trabajar será en el área de lengua.
Tucsón (1989) dice que “una lengua, es el instrumento simbólico mediante el cual organizamos nuestro entorno.” Por lo tanto al hablar de aprendizaje de la lengua hablamos de algo más que de las formas o estrategias para crear situaciones de aprendizaje.
La lengua es comunicación, y muy especialmente la lengua oral, porque ésta es el eje de la vida social, común de todas las culturas.
El aprendizaje de la lengua supone según Cassany, Luna y Sanz:
Adquirir la llave para entrar a los demás ámbitos de la cultura.
Poseer un instrumento con capacidad para ordenar nuestra mente.
Facilitar y ampliar nuestras posibilidades de comunicación y relación
Poder analizar el mundo en que vivimos y participar en él, para aumentar la propia seguridad personal, la capacidad de desenvolverse en ámbitos diversos y fomentar la comunicación, la relación y la participación.
El concepto de escritura ha sufrido múltiples modificaciones en los últimos años. Dice Cassany: “A menudo se ha presentado el código escrito como un sistema de signos que sirve para transcribir el código oral, como medio para vehiculizar mediante letras la lengua oral (…) No se trata de una simple sistema de trascripción, sino que constituye un código completo e independiente, un verdadero medio de comunicación. Esta afirmación tiene importantes consecuencias para la enseñanza de la lengua: adquirir el código escrito no significa solamente aprender la correspondencia entre el sonido y la grafía, sino aprender un código nuevo, sustancialmente distinto del oral.”
Escribir: consiste en construir significados en una situación diferida en el tiempo y en el espacio y/o con la finalidad de registrar con una intención determinada.
Escribir también es un proceso, que consta básicamente de tres momentos: pre-escritura, escritura, y re-escritura, siendo todas ellas categorías recurrentes. Esto ha llevado a algunos autores a decir que en lugar de escribir nosotros re-escribimos.
Las teorías actuales acuerdan en definir la escritura como un proceso complejo, que exige una serie de acciones, de elecciones y decisiones por parte del escritor
La posibilidad de analizar las prácticas escolares desde el modelo de la escritura como un proceso nos abre perspectivas de cambio:
a) Poner a los alumnos en situaciones comunicativas reales.
b) Generar un intercambio entre los pares y el docente en relación con los textos producidos, de modo que surjan reflexiones sobre lo que esta bien y lo que no esta bien.
c) Desarrollar en el alumno una actitud reflexiva hacia su texto
d) Desarrollar las competencias comunicativas del alumno.
e) Incorporar la re-escritura de los textos como un momento fundamental de todo proceso de producción
Se debe tener presente que el acto de escribir “no es una habilidad espontánea como conversar. El escritor no redacta los textos ‘a chorro’, sino que construye con trabajo y oficio: reflexiona sobre situación de comunicación, apunta ideas, hace esquemas, redacta borradores, repasa pruebas. Mientras realiza estas operaciones, relee, corrige y reformula repetidamente lo que está escribiendo. O sea que corregir o revisar forma parte del proceso de redacciones un subproceso más al lado de otros, como buscar ideas organizarlas o redactar. Escribir se asemeja a cualquier actividad compleja, como conducir o esculpir, que requiere saber servirse de varios utensilios para modelar el mármol o mover el coche” (Cassany,1995:19)
Según Jolibert es indispensable que cada alumno a lo largo de su escolaridad, tanto como lector como productor de textos, haya tenido la experiencia de tomar conciencia: de
la utilidad y diferentes funciones de la escritura: la escritura sirve para algo, responde a intenciones, tiene propósitos, difiere según las situaciones, permite comunicar, narrar historias, dejar testimonios, etc.
Además del poder que otorga el dominio adecuado de la escritura: la escritura da poder de hacer venir gente a una kermés, de hacer reír o sonar inventando historia etc.
Del placer que puede producir la producción de un escrito: placer de inventar de construir un texto, de comprender cómo funciona, placer de la tarea llevada a cabo hasta el fin del texto terminado y bien presentado.
Una de las actividades es una producción escrita, en donde se los motivará a los alumnos a que escriban mediante un juego; un texto descriptivo.
Consideramos como textos de trama descriptiva, a todos aquellos que presentan, preferentemente, las especificaciones y caracterizaciones de objetos personas o procesos a través de una selección de sus rasgos distintivos ( Kaufman).
La descripción según Serrana Caviglia “ es la cenicienta, la parienta pobre de la familia textual. A diferencia de la narración y de la argumentación que han sido objetos privilegiados de la reflexión retórica, literaria y filosófica, la descripción fue siempre relegada y desdeñada: inútil en la especulación, un escollo en la narración.”
Una de las críticas que se le hace a la descripción, es que no pertenece a ningún genero en particular, no constituye una “figura” bien definible y no puede tampoco fijarse en una función determinada del discurso. En efecto, observamos que la descripción puede pertenecer tanto el género judicial como al histórico, dramático, filosófico etc.
Es interesante esta crítica, porque reconoce que la descripción atraviesa todos los géneros. Este reconocimiento constituye actualmente un argumento a favor de la postulación de la secuencia descriptiva como una de las unidades textuales básicas.
En esta actividad, teniendo en cuenta que es un primer año, se utilizará una lámina como fuente de inspiración y un recurso para que el niño esté motivado.
Luego utilizando como estrategia la interrogación didáctica se incentivará a que el alumno reflexione y pueda planificar, y organizar la tarea.
Utilizamos el juego porque permite –entre otros aspectos-, el desarrollo de la inteligencia, la afectividad, la sociabilidad, en actividades placenteras que hacen al niño muy feliz, aspecto éste que por sí sólo amerita a que sea considerado como uno de los objetivos de las actividades escolares.
En el juego se combina bien actividad y pensamiento, inteligencia y sensibilidad ante los otros, autonomía e independencia personal, porque el juego, es sobre todo, una forma de utilizar la mente, articulando la realidad y la fantasía, el conocimiento y la emoción.
Ahora bien, en la siguiente propuesta se llevará a cabo una actividad de matemáticas.
La vida cotidiana, el entono más inmediato de todo ser humano, no importa cual sea su edad está plagado de elementos matemáticos. Cuando los niños ingresa a la educación formal, el concepto de cantidad y la capacidad metal de operar nociones estrechamente vinculadas, se han comenzado a construir progresivamente, procesos que ya no se detendrán.
Pero es, sin duda en el ámbito de la educación formal el lugar por excelencia para que con la intervención docente, se potencie la adquisición de las estructuras del pensamiento matemático.
Desde este concepto del aprendizaje matemático, los juegos, problemas y situaciones de cálculo mental adquieren una importancia capital.
Al plantearlos no hace falta esperar obtener de ellos un resultado único. Lo importante es que, los niños, antes una situación sepan analizar, imaginar, calcular cantidades y explicar que han pensado, y al mismo tiempo, adquirir como valiosas las soluciones de sus compañeros.
Hoy en día, se pretende potenciar el carácter funcional en la educación de la matemática.
Es así que el aspecto más valorado es el de la relación que tiene la matemática en la vida cotidiana.
“La función fundamental del aprendizaje humano es interiorizar o incorporar la cultura para así formar parte de ella” (Pozo Ignacio)
Planteando situaciones didácticas contextualizadas, los alumnos construyen representaciones sobre los contenidos y sobre sí mismos capaces de resolver problemas, competentes, dignas de ser escuchadas. Las capacidades de decidir y de comunicar a los demás sus propios razonamientos se adquieren resolviendo distintas situaciones de la vida diaria.
En el marco de la actividad planificada uno de los objetivos será que el niño trabaje utilizando cálculos mentales.
“Entendemos por cálculo mental el conjunto de procedimientos que analizando los datos por tratar, se articulan, sin recurrir a una algoritmo preestablecido, para obtener resultados exactos o aproximados. Los procedimiento de cálculo mental se apoyan en propiedades del sistema de numeración decimal y en las propiedades de las operaciones, y ponen en juego diferentes tipos de escritura de los números, así como diversas relación entre los números”
Buscamos que logre explicar los caminos que utilizó para llegar a los mismos y reconocer si pueden ser válidos.
Se trabajarán con los precios de artículos de higiene, tratando que éstos sean reales y incentivando a que los niños realicen distintas estrategias para llegar al resultado
En la última actividad trabajaremos en expresión corporal, realizaremos pompas de jabón y siguiendo la música dejaremos que el niño se mueva y juegue con ellas expresando sus sentimientos.
Según Fleming, en su obra “Arte, Música e Ideas”, el arte presenta muchas y variadas facetas y todas juntas son reveladoras de los impulsos y aspiraciones básicos del hombre. Entre dichas facetas se encuentra en la búsqueda de imágenes y sonidos que deleiten los sentidos.
Provocar estímulos adecuados, es fundamental para el desarrollo de las facultades sensibles, imaginativas, creativas y comunicativas, que son precisamente las que pueden desarrollarse mediante las actividades artísticas.
La sensibilidad se consigue y se aumenta también por el aprendizaje. Aprendemos a reaccionar de manera diferente ante estímulos cuyo grado de diferenciación es difícilmente perceptible, nos hacemos sensible ante lo que podría pasarnos inadvertido.
En el marco de una educación moderna e integradora la educación artística tiene por objeto la expresión sensible y emocional del niño por un lado y por otro la formación de actitudes positiva.
Bibliografía General.
ANEP, “Programa de Escuelas Urbanas”,Revisión 1986.
ANEP-MECAEP, “Propuesta Didáctica”,El material didáctico como mediador de
los,procesos didácticos de enseñar y aprender.
DEWEY, “Democracia y educación”
ZABALA,ANTHONY,VIDELA “La práctica educativa. Cómo enseñar”, Editorial
Grao,1995, Barcelona.
ZABALA,ANTHONY,VIDIELLA, “Enfoque globalizador y pensamiento complejo”.
LITWIN,EDITH, “Las configuraciones didácticas”
SATURNINO DE LA TORRE, “Estrategia didácticas innovadoras”.
VIGOTSKY,L,S, Pensamiento y Lenguaje”.
AUSUBEL,D, “El desarrollo infantil” Paidos,México.
OCÉANO,CENTRUM, Enciclopedia de la Psicopedagogía, 1998, España
POZO, “Teorías cognitivas de aprendizaje”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario