Foro de debate: "Desarrollo de la inteligencia en las primeras edades" |
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Tema 2: La investigación acerca de la Inteligencia. Su enfoque y metodología
El diagnóstico y la valoración del desarrollo en la infancia preescolar |
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Autores: Hilda Pérez Forest Máster en Investigación Educativa, Asesora Técnico Docente del Centro de Referencia Latinoamericano para la Educación Preescolar (CELEP) |
En los últimos años especialistas de diversos países han dirigido su atención a la problemática del diagnóstico y la valoración del desarrollo del niño, fundamentalmente en la infancia preescolar, período peculiar en el que el desarrollo tiene lugar de manera abrupta y acelerada. Este hecho le otorga una significación especial al conocimiento, mediante métodos de diagnóstico, del nivel alcanzado por los educandos en su desarrollo ya que permite ejercer una influencia que promueva el desarrollo a niveles superiores, realizar una comparación suficientemente fundamentada de la efectividad de distintos sistemas y procedimientos de enseñanza y educación, detectar insuficiencias o detención en el desarrollo de los niños lo más temprano posible, contribuir a establecer sus posibles causas y diseñar las acciones necesarias para resolverlas.
En el estudio de los sistemas de diagnóstico, de su valor y efectividad resulta esencial la consideración de la íntima relación que existe entre el diagnóstico que se utilice y la concepción del desarrollo que le sirve de fundamento. Hay que tener en cuenta, además, a qué fines responde y con qué propósitos se utiliza el diagnóstico; si se emplea para detectar defectos o desviaciones en el desarrollo, o para conocer el nivel de realizaciones que alcanzan los sujetos en un momento determinado, como punto de partida para su educación; si para clasificar a los niños en los que tienen mayores niveles de desarrollo, los que son más inteligentes o más talentosos, o si por el contrario, tienen dificultades en el aprendizaje o presentan un desarrollo inferior.
En esta sentido existen tros enfoques en los que el diagnóstico se utiliza con el objetivo, no de conocer las dificultades que se dan entre los niños y determinar sobre su base si están en capacidad de aprender o no, sino que toman el diagnóstico en su función educativa, esto es, conocer el nivel de desarrollo inicial de cada sujeto, no para adaptar la educación al nivel que presentan sino para estructurar un proceso de influencias educativas que optimice el desarrollo, que lo estimule al nivel máximo posible. Precisamente, partiendo de la gran importancia que tiene la exploración del nivel de desarrollo de los niños en la etapa inicial y preescolar es que existen diferentes sistemas de pruebas e instrumentos que tratan de lograr este propósito. (A,Gesell, K. Biihler, A. Binet, Terman y Merrill, J. Piaget, D. Wescbler, O. Brunet e 1. Lezine, entre otros)
Una gran parte de estos sistemas diagnósticos están enmarcados en una concepción del desarrollo del niño como algo espontáneo, que se da independientemente de las condiciones de vida y educación. Así, conocemos el sistema diagnóstico de K. Büliler y A. Geseil. Para Gesell, el desarrollo del niño puede estar revelado por la forma como se comporta. Comportamiento o conducta son términos adecuados para todas sus reacciones, sean estas reflejos voluntarios, espontáneos o aprendidos.
El crecimiento o el desarrollo del niño según este autor, se produce bajo la influencia de dos factores principales: el niño es el producto del medio que lo rodea, pero fundamentalmente su desarroll6 está dirigido, determinado desde adentro, por la acción de sus genes. A este proceso le llamó maduración.
Una característica del desarrollo maduracional es que siempre se desenvuelve en secuencias fijas.
Así, de la misma manera que en el desarrollo embrionario el corazón es el primer órgano que el desarrolla y funciona, y la rápida diferenciación posterior de células deviene en sistema nervioso central, de esa misma manera, preestablecida y fijada tienen lugar después del nacimiento, las principales conductas o comportamientos en el niño. Los bebés crecen, aprenden a sentarse, pararse, caminar y correr y e capacidades también se desarrollan en un orden especifico, surgen con el crecimiento del sistema nervioso, el cual depende completamente del aporte genético.
Por estas razones Gesell, fue particularmente opuesto a realizar esfuerzos por enseñar "cosas" a los niños siguiendo un programa. Los niños se sentarán, caminarán, hablarán y pensarán cuando estén listos, cuando su sistema nervioso haya madurado lo suficiente. En el momento oportuno comenzará a dominar una tarea a par1 de sus necesidades internas y al nivel de desarrollo ya alcanzado. Hasta entonces la enseñanza será de poco valor y puede generar tensiones entre el niño y los que lo atienden.
A una concepción del desarrollo tal, le corre un sistema de tareas diagnósticas que exploran logros invariables del desarrollo. El diagnóstico también ha servido a los fines de elaboración y profundización de teorías psicológicas, en tal casos el diagnóstico se utiliza corno punto de partida para la construcción de teorías del des infantil. J. Piaget en la elaboración de su concepción sobre el desarrollo intelectual se apoyó en el diagnóstico y la observación para hacer un seguimiento del desarrollo del niño mediante la aplicación de tareas cuya solución o intentos de solución le permitieran valorar los diferentes niveles alcanzados.
La exploración del desarrollo infantil, fundamentalmente de los aspectos que tienen que ver con la inteligencia; ha sido también abordada por L. Terman y M. Merrili en su escala de inteligencia que modifica la realizada por A. Binet en la década del 20. Igualmente D. Wechsler elaboró su Test de Inteligencia que posteriormente se adecuó por las edades preescolares y, que con acierto se aplica ampliamente por psicólogos y psiquiatras infantiles.
Otros autores interesados en esta problemática no se han limitado solo al conocimiento del desarrollo alcanzado por el niño, sino además sobre su base han estructurado sistemas de estimulación especial para favorecer este desarrollo. Tal es el caso del diagnóstico propuesto por la autora canadiense M. Frostig que está dirigido a explorar fundamentalmente el desarrollo sensoperceptual de los niños de 3 a 7 años, y que está acompañado de un sistema de estimulación, que se encuentra ampliamente difundido en países de Europa y América Latina.
Un nuevo enfoque con un carácter más progresista, d gran repercusión en el momento actual es aquel que partiendo de las ideas de L. S. Vigotsky considera la intima relación que existe entre la educación y el desarrollo psíquico. No es una concepción nueva o diferente porque plantee la necesidad de trascender el conocimiento del nivel de desarrollo que alcanza el niño en un momento determinado (desarrollo actual.), ni tampoco porque considere limitado el conocimiento de este desarrollo visto como un producto, como un resultado, sino que resulta novedoso y optimista porque partiendo de la idea del papel rector de la educación y la enseñanza en el desarrollo del sujeto, valora la significación que tiene el conocimiento de las potencialidades (desarrollo potencial) para lograr la estructuración de un trabajo pedagógico que no solo influya y amplíe estas potencialidades sino que las promueva a niveles superiores.
Un diagnóstico basado en esta concepción es el de L. Venquer dirigido al conocimiento del nivel de desarrollo intelectual de los niños preescolares entre 3 a 7 años de edad, el que a la vez representa un nuevo enfoque -de carácter cualitativo- en la construcción de tareas diagnósticas.
Generalmente los sistemas de tests elaborados para la exploración de la inteligencia han sido estructurados con un enfoque puramente estadístico y con un carácter eminentemente cuantitativo.
En el proceso de elaboración del test para cada categoría evolutiva de niños (edad) se seleccionan múltiples tareas de diferentes tipos; su comprobación, cuando se aplican a una gran cantidad de sujetos permite seleccionar "las que se ajustan", es decir, los que son fáciles de utilizar, poseen el nivel de complejidad necesario, permiten diferenciar bien a los niños y brindan índices suficientemente estables, entre otros. Se presupone que al realizar una serie de ejercicios que se proponen en los tests se descubre "cierto potencial" intelectual general en el niño que usualmente se representa con una cantidad. (C. 1.) Además, esto permite mediante la comparación con un éxito promedio de ejecución de las mismas tareas por niños de la misma edad que se puedan obtener normas generales para cada periodo etário. De lo expresado se deduce el empirismo que prima en los sistemas diagnósticos así construidos.
Sin embargo, la elaboración de metódicas de diagnóstico con un enfoque cualitativo supone previamente conocer las regularidades de aquellos aspectos del desarrollo que se pretenden explorar, los cuales se convierten en el contenido fundamental de estos sistemas. En el Sistema Diagnóstico de L. Venguer el enfoque cualitativo se manifiesta fundamentalmente en que las tareas diagnósticas van dirigidas a revelar el nivel de desarrollo de aspectos claramente determinados del desarrollo intelectual del niño (inteligencia) y, en forma especial de aquellos aspectos claves que sufren las transformaciones esenciales con la edad y que resultan determinantes en otros aspectos de la actividad intelectual.
Otra particularidad del enfoque cualitativo surge de la comprensión de lo psíquico, y en particular, del desarrollo intelectual, no como un simple crecimiento, sino como un proceso que incluye el surgimiento de formaciones cualitativamente nuevas. Son precisamente estas nuevas formaciones las que fundamentalmente deben "captarse" con ayuda de las metódicas de diagnóstico; es decir, deben convertirse en indicadores del desarrollo intelectual en determinados períodos etáreos. Los métodos diagnósticos del nivel de desarrollo intelectual en niños preescolares de L. Venguer y sus colaboradores consisten en un sistema de pruebas elaboradas, comprobadas y perfeccionadas experimentalmente en el Laboratorio de Psicología del Instituto de Educación Preescolar de la Academia de Ciencias Pedagógicas de la antigua URSS.
Este sistema concibe el desarrollo intelectual como un proceso que incluye cambios cuantitativos y cualitativos en sus componentes'estructurales donde unos suceden a otros, surgen, se perfeccionan y posibilitan la realización de determinadas tareas prácticas.
El componente estructural del desarrollo intelectual que estudia este sistema son las acciones cognoscitivas que se definen como operaciones mentales y que hacen posible la solución de tareas especíificas en el piano práctico. Estas son: acciones perceptivas y acciones intelectuales.
Los indicadores del desarrollo de acciones perceptivas en el niño preescolar son la presencia de:
- acciones de identificación, - acciones de correlación por la aplicación de patrones sensoriales y - acciones de modelación.
Los indicadores del desarrollo de acciones intelectuales en el niño preescolar son la presencia de:
- acciones de pensamiento por imágenes o representativo y - acciones intelectuales de tipo lógicas.
Valora también como indicador del desarrollo intelectual del niño preescolar, el nivel de dominio inicial de los elementos de la actividad docente, y en este sentido se toma en cuenta la posibilidad de actuar siguiendo regias dadas, escuchar, comprender y después ejecutar. Para constatar la presencia de estos índices fueron seleccionadas tareas diagnósticas que permitían valorar el procedimiento de solución empleado por el niño y su comprensión del principio de solución de la tarea.
El sistema está estructurado por niveles de edad, es decir, las tareas se integran para aplicar a los niños de tres o cuatro años, de cuatro a cinco años y de cinco a siete años. En cada nivel se incluyen cinco tareas que responden a cada aspecto del desarrollo.
Prueba para conocer el nivel de desarrollo de la Percepción: Comprueba la habilidad de los niños para utilizar modelos geométricos (patrones) en la determinación de la forma de los objetos.
Prueba para conocer el nivel de desarrollo de acciones modeladoras: Está dirigida a comprobar la capacidad de integrar visualmente una figura con los elementos dados para lo cual es necesario realizar en el plano de la representación, una unión de estos elementos con un cambio en su posición espacial, teniendo en cuanta la perspectiva y la proporción.
Prueba conocer el desarrollo del pensamiento representativo: Fija el nivel alcanzado por los niños en la utilización de distintas formas de representación espacial, para orientarse en una situación real. |
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