jueves, 10 de octubre de 2013

Violencia Como trabajar desde la escuela y hogares

Art. 350

Violencia



INTRODUCCIÓN





La elección del tema a investigar va de la mano con mi profesión, y parte de una preocupación que me atañe directamente en mi labor como docente.
Como maestra que trabaja en una escuela pública que atiende a una población carenciada de Montevideo, convivo diariamente con situaciones de agresividad y violencia, tanto entre los niños de la escuela, como con padres y maestros.
La escuela hoy en día en nuestro país no sólo cumple con funciones educativas, sino que también cumple otras más o menos explícitas: asistenciales, de contención psíquica, de control social, laborales, de poder y de prestigio etc.
Las instituciones educativas ocupan un lugar fundamental en la conformación de los sujetos según un modelo establecido. Desempeñan un papel esencial en la socialización y en la prolongación de un modo de convivencia, de pensar y de concebir el mundo. Formar parte y transitar por ellas puede significar la integración social; y por el contrario, la deserción, la expulsión o el fracaso escolar significaría -hoy más que antes- la exclusión social para vastos sectores de la población. La escuela es un lugar de pertenencia y de construcción de identidades, pero también un lugar de alienación, de exclusión y sufrimiento. Esta doble condición es propia de cualquier institución. 
 Los niños a partir del corrimiento de las familias en cuanto a la capacidad para contener, socializar y transmitir pautas de convivencia. pasan la mayor parte del día sin ningún contacto con sus padres y en instituciones que no están preparadas para abordar esta nueva realidad. En muchos casos, las respuestas de las instituciones han sido proponer mayor cantidad de actividades curriculares con una lógica de mercado más que adecuar la propuesta educativa a las exigencias de esta nueva realidad. En esos casos los niveles de violencia en la vida cotidiana de las instituciones se han visto intensificados.
 Pero aún así los niños adquieren del medio pautas de comportamiento a seguir, según su edad, su sector social y su sexo entre otras. Si todos los niños (varones o niñas) de un mismo estrato social reciben similares influencias del medio (de sus padres, grupo de pares, medios de comunicación, etc), ¿por qué es más común que el varón sea violento o agresivo? ¿Por qué frases como “los varones son así” “son brutos”, “ese es un juego de varón” a pesar de ser viejas tienen aún tanta vigencia? Si “los hombres que les pegan a las mujeres son cobardes”... los que les pegan a los hombres ¿son valientes?
La presente investigación entonces apuntará a estudiar la posible relación entre la violencia en aumento en nuestra sociedad con una particular variable de las múltiples posibles: el género.


DETERMINANDO EL TEMA...

Por medio de observaciones directas, realizadas en diferentes ámbitos de la institución escolar, recreo, aula, etc., es común percibir una “crisis” de valores.  Los niños son cada vez más inmaduros en cuanto a sus relaciones con sus pares, siendo para ellos la violencia y la agresión el mecanismo más adecuado para la solución de sus conflictos.
Incluso la situación va más allá de los niños, ya que no es una situación fuera de lo común encontrar alguna madre, padre, que ante algún reclamo recurra a la agresión, o que el consejo de la familia sea “si te pegan, pega” e incluso algunos docentes, escapan de su rol, reaccionando en forma violenta frente a determinadas situaciones.
            Entonces me pregunto: ¿Cómo inciden instituciones como la familia y la escuela en esta desvalorización? ¿Se han perdido los referentes sociales que formaban en valores? ¿Los niños vivencian la agresividad y la violencia como un problema? y en el caso de recurrir a ellas ¿por qué la consideran la solución más adecuada? ¿La escuela favorece o fomenta esta situación y estas actitudes?
Pero principalmente este trabajo apunta a relacionar los índices de violencia en las escuelas uruguayas con una variable en particular: el género.
Los roles “masculino” y “femenino”  que se manejan socialmente, determinan ciertas actitudes violentas en los niños, principalmente de los varones. ¿son ciertos niños agresivos porque es lo que se espera de ellos?

“Para alcanzar la verdadera paz en el mundo tenemos que comenzar con los niños, y para que ellos crezcan en su inocencia natural nosotros no debemos pelear; no debemos sancionar resoluciones ideales estériles, sino ir desde el amor al amor y desde la paz a la paz, hasta que al fin todos los rincones del mundo estén cubiertos por la paz y el amor que el mundo entero ansía, conciente o inconscientemente.”

GANDHÍ


Y ASÌ COMIENZA...

Marco referencial teórico.

La observación que se realice depende de la teoría que la subyace. 
Los enunciados observacionales se deben formular en el lenguaje de alguna teoría. Hay que considerar a las teorías como estructuras organizadas y los conceptos sólo adquieren un significado preciso mediante una teoría coherentemente estructurada.
El desarrollo de un  programa de investigación, no solo supondrá; la adición  de las oportunas hipótesis auxiliares, sino también el desarrollo de las técnicas matemáticas y experimentales idóneas.
Todo programa de investigación debe entonces, poseer cierto grado de coherencia que conlleve la elaboración de un programa bien definido para la investigación futura. Además debe conducir al descubrimiento de nuevos fenómenos, o nuevas miradas de los mismos; debe satisfacer ambas condiciones si pretende calificarse de científico.
Por lo cual considero necesario antes de comenzar la presente investigación detenerme a explicitar los conceptos eje de la misma y que se entiende por cada uno de ellos, estos son:  violencia, agresividad, el acto violento, acto agresivo, conflicto y género.
La cantidad de episodios de violencia en las escuelas está aumentando, lo cual es resultado del aumento de la violencia en la sociedad en general. Según Johnson y Johnson este aumento de la violencia ha llevado a los docentes a preguntarse sus causas, llegando a la conclusión de que eso es resultado de los patrones cambiantes de la vida familiar y comunitaria, y el hecho de que la sociedad ha definido la violencia como normal.
Coincido con el autor en que está en decadencia la dinámica de la familia, del vecindario, de la comunidad, que en otro tiempo socializaba a los jóvenes, inculcándoles las normas sociales. Nadie les enseña a los niños a manejarse adecuadamente en el momento de resolver un conflicto. Las observaciones del barrio, los padres a la hora de la salida, etc; de muchas escuelas lo confirman.
El resultado de esto, es una juventud que ha aprendido directamente a ser violenta y/o agresiva a la hora de resolver sus conflictos. La violencia y la agresividad se han convertido en una norma.
  Los conflictos se producen continuamente en la escuela, son parte normal e inevitable de la vida escolar, pero pueden ser utilizados como fuente de aprendizaje.
Para delimitar el concepto de conflicto que se manejará en el presente trabajo tomaré la definición de Deutsch el cual entiende que abarcan algo tan pequeño como un descuerdo trivial, como algo tan grande como una guerra. Existe un conflicto cuando aparecen actividades incompatibles, cuando existe un “choque” de intereses. Los conflictos nos hacen tomar conciencia de los problemas que necesitamos resolver; reconocer que existe un problema, advertir quienes están involucrados y cómo podemos resolverlo ayuda a reducir las irritaciones en la relación con los otros.
El uso constructivo de un conflicto, ayudará a mejorar el problema del aumento de la violencia y la agresividad en la escuela. Los conflictos no son problemas, son parte de las soluciones. 
Aproximarnos a una comprensión de la agresividad y la violencia es una tarea ardua, por su múltiple causalidad, complejidad y, por sobre todo, por su temática que nos conmueve, interpela y nos implica. Este es un intento de pensar lo que no pudo ser pensado, de poner en palabras lo actuado, buscando elaborar lo que ya sucedió y prevenir lo que pueda sucedernos.
En una concepción psicológica, la agresividad es propia de lo que entendemos como humano. En su claro lenguaje, Winnicott nos dice: «El amor y el odio constituyen los dos principales elementos a partir de los cuales se elaboran todos los asuntos humanos». Es propia del niño desde el comienzo de la vida misma. Una parte del desarrollo de la posibilidad de crecer es el poder encontrar formas no destructivas de expresar la agresividad y de usarla para construir. Entonces se podrá tener en cuenta el otro como diferente pudiendo ponerse en el lugar de él, valorarlo, cuidarlo. Para ello es necesario esperar, separarse, transitar duelos, aprender a cuidarse atendiendo los aspectos agresivos de sí mismo.
La violencia es entonces una forma de manifestar la agresividad. La más destructiva, manifiesta u oculta. 
Podríamos decir que existen diferentes formas de intentar comprender la agresividad y la violencia: una, como una pulsión innata destructiva (expresión de la pulsión de muerte) que se opone a todas las formas constructivas, propia del ser humano; otra, como una reacción esperada ante circunstancias inadecuadas o indeseadas de la vida.
La primera, que tiene en cuenta sobre todo al individuo, nos lleva a conceptualizaciones psicopatológicas asociando la conducta agresiva a ciertos cuadros de enfermedad.  La segunda, que tiene en cuenta por sobre todo al medio que contiene al individuo, concibe «la agresión como una modalidad de reacción adaptativa ante un medio insuficiente, inadecuado u hostil». la agresividad y la violencia serían el resultado de un desencadenante exterior, expresiones «reactivas» que explicarían la conducta destructivo del hombre.
Ambas dan cuenta de la agresión y la violencia como parte de la vida, como necesidad defensiva, aseguradora, integradora, como aspectos necesarios de todo cambio y de la transformación instituyente que lleva a crecer a las personas y a los grupos, a las familias y a las comunidades, que permite crear y transformar participativamente al mundo.
 En el acto violento, alguien (persona o institución) comete sobre otro una actividad coercitiva que implica un daño, el violentado pierde su autonomía, prima la irracionalidad y el actuar, desaparecen las diferencias. Entra en juego el terror, desaparece la lógica y ya no se puede pensar, discriminar, simbolizar. A su vez, genera acciones que promueven más violencia: segrega, coacciona. Por eso pensamos en la violencia como un sistema permanente, que se retroalimenta, donde no existen el tiempo ni el espacio; un circulo del que es difícil salir.
El ser humano como ser social interactúa en el medio, comunicándose, relacionándose y actuando con y sobre los otros, generando cambios. Al mismo tiempo, el medio produce cambios también en el individuo, generándose un dinámico proceso de intercambio e influencia mutua.
En este mismo sentido, la agresividad no implica únicamente una proyección hacia el exterior, sino que abarca también las respuestas del exterior hacia la persona actuante de la agresividad.
Este proceso de intercambio entre el individuo y el medio enseña a la persona estrategias de control de la agresividad y de elección de formas cada vez más atenuadas de manifestación hacia el exterior.
  El acto agresivo es la exteriorización de la agresividad y una forma de expresar emociones como rabia, enojo, malestar, etc., que surgen a partir de una situación que actúa como desencadenante. Así podríamos hablar de una forma distinta de comunicar los afectos y las emociones mediante el lenguaje del cuerpo.
 En cuanto al concepto de género aquí van algunas aclaraciones: por género se tomarán a todas aquellas formas de interpretación, simbolización y organización de las diferencias sexuales en las relaciones sociales. género entonces no es sinónimo de sexo (biológico) sino que es la construcción cultural de la diferencia sexual, aludiendo a las relaciones sociales entre los sexos.
Es decir mediante el proceso de constitución del orden simbólico en una determinada sociedad se “fabrican” o delimitan creencias o ideas de los que deben ser los hombres y las mujeres y de las conductas esperables en ellos, lo que es determinante de subjetividad.
Siguiendo a Marta Lamas definiré también lo que se entiende por identidad de género.
“... La identidad de género se construye mediante los procesos simbólicos que en una cultura dan forma al género. La identidad de género, por poner un ejemplo simple, se manifiesta en el rechazo de un niñito a que lo vistan de vestidito ...”
Esta identidad es históricamente construida de acuerdo con lo que cada cultura en un determinado momento y lugar considera “femenino” o “masculino”.
Habiendo entonces definido conceptos estructurantes de la investigación se delimita la puesta en marcha de la misma.

Cronograma de actividades.

Inicio de actividades: mes de Marzo.
Finalización: A finales del mes de Diciembre.
Desarrollo:
Ø  Realización de encuestas a padres y niños.(Mes de marzo)
Ø  Concretar entrevistas con maestros. (Mes de abril)
Ø  Realizar observaciones en instituciones educativas. (En forma permanente a lo largo de la investigación).
Ø  Recopilación y análisis de los datos obtenidos. (Marzo -Abril)
Ø  Aportes bibliográficos. (Mayo - Junio)
Ø  Puesta en práctica de propuestas en una institución escolar (Julio a Octubre)
Ø  Análisis de resultados (Noviembre)
Ø  Presentación de la investigación. (Diciembre)



REGISTRO BIBLIOGRAFICO HEURÌSTICO

            La presente investigación se realizará basándose en materiales bibliográficos principalmente, dentro de los cuales se incluyen libros, conferencias, artículos de revistas académicas, investigaciones realizadas en el Uruguay, entre otras.
            La bibliografía se obtuvo de diferentes bibliotecas entre las que se destacan las de los Institutos Normales María Stagnero de Munar y Joaquín Rey Sánchez, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación y Facultad de Psicología así como también de la biblioteca personal.




¿Sólo te han dado lecciones
quienes te admiraron y fueron delicados
contigo, y se hicieron a un lado para dejarte pasar?
¿No has aprendido grandes lecciones
de quienes se hicieron fuertes
contra ti, y te disputaron
el paso?

WALT WHITMAN

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