Formas
de participación democrática en las Instituciones educativas
“Elección
de abanderados.”
Muchas
veces se generan momentos de tnnerviosismo entre los maestros padres y alumnos.
Ser o no ser abanderado provoca instancias que deben bien trabajadas con
tolerancia y respetopara que nadie
“salga mal herido”. En todas las escuelas de nuestro país, miles de
escolares eligen a sus representantes utilizando el voto secreto como emblema
de la democracia. A pesar de no tener
propaganda en los medios de televisión, se genera en la interna de cada escuela
o colegio un clima parecido a cuando hay elecciones nacionales.
Entre los meses de octubre y noviembre se producen instancias de
nerviosismos y rivalidades cuando la maestra de 5º año informa a los alumnos
ya los padres que se realizará la elección de abanderados. Instancia
cívica y democrática que va formando al
individuo como ciudadano eficaz de la sociedad.
Un año clave para hacer una reflexión sobre como han vivido las niñas y
los niños su etapa escolar.
Para la mayoría de los padres es sin lugar a dudas un motivo más para
preocuparse por los resultados de las votaciones.
Muchos
creen que los hijos o hijas deben de esforzarse sobre todo en este año
especial.Y esto no es así. Todos deben hurgar
en su historia personal , buscar en los
recuerdos y hacer un examen intimo y personal de la actuación a lo largo de
toda la vida escolar.
Los niños están llamados a reflexionar sobre su propia actuación
personal, a analizarla y a reaccionar frente a los desafíos intelectuales que
se enfrentaron durante su vida escolar.
Hace pocos días se presentó una mamá y después de
interesarse por el rendimiento de su hija Natalia me comentó como al pasar
-:¿Sabe maestra?- Yo fui abanderada de
pabellón Nacional
¿Cree que mi hija lo será ¿
Hace unos días pedí a mis alumnos que me dijeran lo que
sentirían si fuesen abanderados.
Un niño me contestó:
-Maestra si yo fuese abanderado dejaría
contenta a mi mamá para el resto de la vida, pero... lo más importante es que
yo estaría orgulloso de mi mismo.
Pero este año tan especial, no
logra encubrir o empañar la actuación de
años anteriores donde un estudiante cosechó logros o afrontó dificultades.
Ser abanderado es algo muy fuerte.
Es una nominación muy cuidada y detallada. Se realizan asambleas
previas, se utiliza el voto como forma
democrática con representantes de padres
y alumnos de otras clases. La credencial y la urna entran en acción.
Este intercambio entre maestros y alumnos permite a todos los involucrados
aprender de las experiencias de los demás.
Los
docentes y el director realizan previamente una minuciosa investigación de los
antecedentes de cada niño. Se organizan en una lista ordenando a los
protagonistas de importante evento según
las calificaciones de años anteriores incluyendo también la de conducta. Los
primero nueve alumnos son los “posibles”
abanderados.
Para que todo niño o niña pueda elegir sin presiones, la comunidad
educativa evita publicar el día de las votaciones.
Eso evita que los padres realicen campañas proselitistas.
Mas de una vez los maestros
hemos escuchado en los corredores de la escuela algún alumno realizando campaña
electoral.
-“Si me elegís ,te compro un alfajor al la
hora del recreo hasta fin de año....”
En una segunda instancia, los nueve electos pasan a una segunda ronda en
donde sus compañeros votan .
Los niños y niñas son los más honestos y sinceros que he visto en mi
vida. Saben realmente votar. A la hora de sufragar, eligen al buen compañero,
al que fue solidario, responsable , honesto, colaborar y amigo. El que tenga
más votos es el abanderado del
Pabellón Nacional. Luego se distribuyen
en las siguientes banderas con los respectivos escoltas.
Los maestros ,padres y los propios alumnos viven con gran tensión este
período de la vida de los niños.
Muchas veces los maestros, debemos recurrir a la ayuda de terceros para
solventar las necesidades emocionales de nuestros alumnos.
Quien
en la familia tuvo padres, tíos o hermanos abanderados presionan sin querer
para que el escolar sea abanderado. Muchas veces es orgullo personal, pero en
muchos casos son los padres que presionan.
-..”Mis hijos han venido a
esta escuela y todos fueron abanderados..”
Ser abanderado no es ser solamente un
“sobresaliente”.Por lo
general el elegido por los compañeros
nunca asombra al maestro. Por suerte los
docentes nunca nos dejamos llevar por modelos preestablecidos.
Existen familias que se preocupan
muchísimo por la educación de sus hijos, pero estos no se destacan como
abanderados aunque se esfuercen.
Ser abanderado, no es haber tenido la
suerte de ser dotado en la materia: Inteligente, despierto y con un buen
capital cultural,sino tener algo más en la mochila:
“ valores”.
Además, sobre todo para
los maestros ,desde preescolares hasta que llegan a 5º año , en el trabajo de
todos los días del cada año , la excelencia no se alcanza solamente con la
obtención de los conocimientos fijados en el currículum, sino también es
necesario comprometerse con las actividades realizadas y respetar las reglas de
convivencia. Se trabajan contenidos del programa escolar a través de los ejes
transversales.
A estas alturas, observo siempre mi clase de 6º año. Son los que tienen
experiencia en esto, pero la angustia de entregar la bandera, dejar ese trofeo
implica también desprenderse de la niñez para crecer y pasar al liceo.
Observen las fiestas de fin de curso. Jamás podemos lograr por más que ensayemos que los abanderados
hablen con voz clara y firme.
Pocos
son los alumnos que pueden ser abanderados . De todos modos tener un hijo o
hija abanderada es algo que no se explica con palabras, porque siempre tenemos
un nudo en la garganta.
No llegar a serlo no debe ser motivo de reprimendas. Sabemos que cada
uno da y se esfuerza para conformarnos a
todos, padres y maestros.
Se intenta decirle a todos los padres que lo importante es cómo se
siente cada uno y que esfuerzos pueden hacer por sí mismos.
La escuela exige permanentemente obediencia a reglas impersonales, a
postergar algunos deseos, a evitar agresiones, lo que significa para el alumno
un esfuerzo continuo. Si bien en nuestro país muchas veces se premian
resultados por esfuerzos, en la escuela esto puede ser considerado como algo
fortuito, por lo tanto, las estrategias consisten en resaltar los esfuerzos,
que son imprescindibles para la consecución de los objetivos familiares.
En un taller de padres me gustó esta reflexión:
“...Nos importan los esfuerzos, nosotros buscamos que
nuestros hijos se dieran cuenta que si se
esforzaban, tarde o temprano se conseguían resultados, que los resultados a
veces eran circunstanciales, pero lo importante era la acción y el esfuerzo...”
Sabiendo como padres que el esfuerzo ha sido
hecho, aunque los resultados no
alcancen... lo importante está en haberlo intentado. En haber puesto un granito
de esfuerzo y una pizca de voluntad.
Ana Maria Castro Luca
Docente y E. Licenciatura en Ciencias de la
Educación.
anamaria28@hotmail.com
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