http://youtu.be/9lGip6Ivb7Y
Dr. Ariel Gold, Médico Psiquiatra de niños y adolescentes. Profesor adjunto de la Cátedra de Psiquiatría Pediátrica - Facultad de Medicina, Hospital Pereira Rossel. Director del Departamento de Niños del Centro Clínico del Sur.
Algunas “Si quieren que sus hijos encuentren caminos de felicidad, traten de darles herramientas para que puedan afrontar lo que les pase en la vida. ¿Y qué es lo que nos pasa a todos? Que todos nos equivocamos y todos tenemos problemas. El desarrollo emocional de una persona se evalúa cuando tiene problemas.”
Más o menos estas fueron las palabras con las que el Dr. Ariel Gold comenzó la conferencia organizada por Mundobebe.com y Portones Shopping el pasado martes 8 de mayo. Con una sala de eventos repleta y un montón de niños entretenidos por las maestras de Espacio Lúdico, más de 300 mamás y papás estuvimos 90 minutos tratando de absorber uno tras otro los conceptos que el Dr. Gold presentó sobre esta temática.
Gold insistió en que la felicidad no es algo que los padres podemos brindar a los hijos. Pero sí tenemos la obligación de entregarles una cajita de herramientas a la que deberán acudir ante cada acontecimiento que les depare la vida. Esa cajita está compuesta por habilidades y pilares, y los padres, como agentes de salud mental de primer orden, deberíamos intentar dejarles esa cajita lo más completa posible.
Las habilidades son:
1.Habilidad atribucional
2.Habilidad comunicacional
3.Habilidad de autoregulación de la conducta.
Y los pilares:
Y los pilares:
1.Percepción de autovalía
2.Percepción de competenica
(ambos pilares construidos sobre el terreno de la autoestima)
Si bien a simple vista estos términos pueden resultar complejos, Gold tiene la capacidad de traducirlos al lenguaje cotidiano y lograr mediante anécdotas y ejemplos que todos podamos imaginar rapidamente escenas de nuestra vida familiar donde estas habilidades y pilares se ponen a prueba.
1.Habilidad atribucional
Esta habilidad es la que ponemos en práctica cuando nos sucede algo y pensamos acerca del ello. Por ejemplo choqué el auto, me fue mal en una prueba, ¿a qué o quién le atribuyo ese acontecimiento? ¿Choqué porque se me cruzó otro auto o porque yo iba manejando distraído? ¿Me fue mal porque la profesora es mala persona o porque yo no estudié suficiente? Hay personas que atribuyen todo lo malo al mundo exterior y todo lo bueno a ellas mismas. El dia que les va bien en los estudios, es porque ellos son unos cracks, y el que les va mal, porque los profesores son demasiado severos. Gold explicó que este tipo de personas no crecen, no se desarrollan, porque nunca asumen la responsabilidad de los que les sucede.
En el otro extremo están los seres humanos que atribuyen lo bueno a los demás y lo malo a ellos mismos. Son personas con conductas depresógenas.
Una habilidad atribucional saludable es aquella que a veces pone el énfasis en el exterior y a veces en el interior. Que evalúa los acontecimientos y puede asumir su responsabilidad como corresponde.
¿Y como podemos hacer los papás y mamás para enseñar esta habilidad? Con el ejemplo. “Uno atribuye de acuerdo a las atribuciones que encuentra en la casa. Cuando nosotros atribuimos bien, el niño ve, escucha y va desarrollando esa habilidad”
Y para atribuir bien, continuó Gold, hay que poner el acento en el esfuerzo. Si uno se esfuerza, y le fue bien en los estudios, puede atribuirlo claramente a sí mismo. Por eso es fundamental no hacer por el niño lo que él puede hacer solo. Debe esforzarse y poder atribuir sus primeros logros a su esfuerzo, ya sea comer solo, atarse los cordones, vestirse, etc.
Cuando no dejamos a los chicos hacer lo que pueden hacer por ellos mismos, los estamos sobreprotegiendo.
“Y la sobreprotección es una forma de maltrato porque afecta uno de los pilares del desarrollo emocional” , sentenció Gold durante la conferencia.
2.Habilidad comunicacional asertiva.
Es la habilidad básica para manejar las relaciones interpersonales. Es un tipo de comunicación donde yo asumo mis derechos, pero siempre respetando al otro. Para comprender este punto, Gold expuso una clasificación acerca de distintos modelos de comunicación que manejan los seres humanos.
- Comunicación agresiva: Es el caso de personas que claramente faltan el respeto de sus interlocutores mediante agravios verbales o físicos.
- Comunicación pasiva: Aquella mediante la cual la persona no se hace respetar. Por ejemplo un compañero de trabajo me roba un informe y para no tener problemas, no digo nada, me callo y me guardo la angustia.
- Comunicación pasivo-agresiva. Es un tipo de comunicación en el cual la persona no agrede visiblemente, pero lo hace posteriormente o “por atrás” Como el Dr. Ariel Gold mencionó en la conferencia: “se trata del clásico falluto”. Es lo que sucede cuando alguien nos dice “está todo bien” y luego nos raya el auto por ejemplo.
- Comunicación asertiva: Es el caso en que hago valer mis derechos y opiniones pero manteniendo el respeto por la otra persona. Exponiendo en forma clara mi visión pero sin agredir al otro. Es el tipo de comunicación que nuestros hijos deben aprender a manejar.
Al igual que en el caso de la habilidad atribucional, la comunicación asertiva se aprende antes que nada, en casa. Los hijos tienen que tener modelos de comunicación asertiva para imitar. Es cierto que los chicos tienen sus propios genes y por lo tanto pueden tener una inclinación natural hacia la pasividad o agresividad, pero un chico con inclinaciones agresivas, que encuentra un modelo de comunicación asertiva a quien imitar, logra aprender ese modelo. Ahora si el modelo que recibe es agresivo, obviamente potenciará esa inclinación agresiva.
Una característica fundamental de la comunicación asertiva, es que es la que nos permite decir NO “sin que nos tiemble el cuerpo”. Nos permite decir NO, seguros de nosotros mismos y sin temor al “qué dirán”. Esta habilidad puede ser vital para nuestros hijos ya que ellos en su adolescencia van a tener que decir NO por lo menos a dos cosas, cuando nosotros no estemos para cuidarlos:
- No al alcohol y las drogas.
- No al sexo sin precaución.
3.Habilidad de autoregulación de la conducta.
Esta habilidad es la que nos permite elegir la conducta adecuada en cada momento. Es la que me permite contenerme haciendo “lo que me conviene y no lo que quiero”. ¿Cuántos de nosotros queremos tirar a una persona por la ventana y no lo hacemos? Eso es porque actúan nuestros FRENOS internos, y logramos contener nuestros impulsos. En la conferencia brindada en Portones Shopping el pasado 8 de mayo, el Dr. Ariel Gold explicó que “los frenos vienen de fábrica, pero sin conectar. Los bebés son absolutamente impulsivos y a medida que crecen debemos enseñarles a conectar los frenos”.
Hay dos frenos fundamentales: La capacidad de esperar y el control de los impulsos.
La capacidad de esperar se aprende mediante las rutinas. Un mundo ordenado permite prever lo que sucederá después, y si yo puedo prever, puedo esperar. La etapa fundamental para el establecimiento de rutinas son los 3 primeros años de vida. En esta época es fundamental mantener y respetar horas de baño, sueño, alimentación, etc.
El control de los impulsos se aprende mediante los límites. Un niño que recibe suficientes NO, contiene sus impulsos una y otra vez hasta que aprende a hacerlo naturalmente. Obviamente esto no implica tener a nuestros hijos en una cárcel, implica una combinación adecuada de amor y límites, algo que sólo se logra con padres fisicamente presentes y emocionalmente disponibles para educar a los hijos.
LOS PILARES SOBRE LOS QUE SE ERIGE LA PERSONALIDAD
1.Percepción de autovalía
2.Percepción de competenica
La percepción de autovalía consiste en enseñarle a los chicos que valen porque son personas. No por la cantidad de dinero que poseen, ni por sus atributos físicos, ni por quienes son sus padres o familiares. Cada persona es valiosa en sí misma y esto es algo que deben tener presente siempre.
La percepción de competencia consiste en conocer cuáles son mis fortalezas y mis debilidades y actuar acorde. Saber que puedo no ser tan bueno jugando al fútbol pero puedo ser excelente en matemáticas, dibujando o contando chistes. Todas las personas tenemos competencias. Los padres debemos descubrir y valorar las competencias de nuestros hijos, sean cuales sean, incluso no siendo las que nosotros hubiéramos querido.
Para cerrar su brillante exposición el Dr. Ariel Gold habló acerca de El A.R.T.E de EDUCAR.
Un arte que incluye:
- Amor y Atención.
- Respeto
- Tiempo
- Empatía.
Y sobre estos puntos aclaró: “Hoy no hay más patología síquica. Hay menos familia. Hay más niños con dificultades porque hay menos padres disponibles”
Sin dudas, un encuentro con mucho contenido. Que implica mucha responsabilidad. Y muchos desafíos. De eso se trata ser papás y mamás. Pero cada cosa nueva que aprendemos, nos acerca un poco más a hacer lo mejor que podemos por esas personitas que llenan nuestro mundo.
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