jueves, 23 de enero de 2014

Esquizofrenia. Contra los molinos de viento




Esquizofrenia



Capítulo 2  

 Contra Molinos de viento.

 Art. 351

Los cuerdos se ahogan en un vaso de agua, los locos aprenden  a nadar…
Por eso ellos viven mas que cualquiera de nosotros.

“En una especie de burbuja, en un mundo paralelo, viven quienes dicen que son locos. Se arreglan las historias de vida, se  inventan sucesos y conviven con miles de fantasmas que los que están cerca no pueden entender ni siquiera interpretar. Es el comienzo del abismo, del distanciamiento entre cordura y locura. Un puente interminable que vemos tan sólo el comienzo pero nunca la otra punta del otro lado del puente. Nadie habla de los sentimientos de un  adolescente que comienza ese viaje sin retorno por un camino que no eligió y que rápidamente es estigmatizado y que sólo se detienen a mirar el caso y retirarse a tiempo como si lo que se vive fuera contagioso. Y ni siquiera se ponen a pensar que quien padece esta enfermedad se tornan frágiles a pesar de la furia con que arremeten a quien se les interponga en su camino o necesitan sustento psicológico y moral ,porque hay que aprender a convivir con un loco y no subestimar lo peligroso que puede tornarse o manipulador escrupuloso para conseguir  satisfacer a los fantasmas de su mente enferma .O para subsistir  la ayuda material, por eso en la mayoría de los hogares se desvinculan físicamente y sin remordimientos del problema distanciándose rápidamente del seno familiar. Y mi familia no iba a ser la excepción a las reglas.”
“Basta con leer  o volver a leer el Quijote de la Mancha donde un hombre lleva a cabo su vida de locura y como entre los personajes alguien lo sigue en ese viaje y otros deciden verlo desde otra perspectiva.”
“Y vamos a lo nuestro, a seguir escribiendo desordenadamente, sin llevar un hilo conductor en este libro.
¡ Que necesidad andar con tantas reglas en la vida!!!!, si esta se encarga de poner todo en su lugar, dicen los refranes de los adultos de otras épocas.”

Un mundo interior que late acompasadamente junto al de nosotros…La doble vida donde los privilegiados son  a los que llaman locos.Aquellos capaces de andar en un mundo, salir al otro sin ningún tipo de deja a uno pensando.Hablar en un idiona no entendible y al rato contestar con una coherente frase que a veces Una delgada línea nos separa de vivir esa odisea. 



“…Dice el psiquiatra que yo ando loco. Me parece que no entiendo. Me llama de una manera que no es mi nombre y me canso de repetir que las cosas no son como ellos lo ven. No pertenezco a esta familia, no sé quienes son mis padres. Me levanto día a día esperando que alguien me rescate porque no entiendo por qué estoy encerrado en este lugar extraño, con gente extraña, gente que hace cosas raras, que gritan o andan en otra cosa, que personas con túnica blanca  que me dice cosas que no quiero escuchar, que me quieren dar unas pastillitas que me hacen dormir mucho y que cuando me despierto estoy desorientado, que me inyectan medicamentos que me dan malestares, no me acuerdo de las cosas y me dejan flojo y sin ganas de nada .              Me privan de libertad si yo nunca hice nada malo. Por eso espero a mis padres que andan lejos, viajando pero que cuando tengan tiempo. Sé que me van a venir a buscar porque esta gente no me entiende. Además soy importante, no necesito dinero, ni me gustan los horarios. Tanto les voy a repetir a estos extraños ignorantes que estoy rodeado de gente que me habla y me aconseja que se van a cansar y me van a dejar en paz. 
 ¡Y todavía tengo que aguantar que me pregunten cosas como: si escucho voces, o por qué no duermo! .Que les importa! Que se metan en su vida, que yo tengo la mia! No hablo más, me cansé, me enchufo los auriculares para no escucharlos más.
Se les nota nerviosos  a ustedes y me siguen por todos lados.¿Por qué? 
 Me vigilan todo el tiempo. No les entiendo lo que me dicen, hablan otro idioma. Bueno, que suerte que ustedes me sacaron de ese infierno y estoy acá en esta casa que no es la mía, pero por lo menos me dejan caminar tranquilo y pensar lo que quiera. No es un gran lugar pero da para vivir aunque en otro país yo tengo mi dinero porque soy multimillonario.
Y por eso, por decir mi verdad me llaman “ loco” Hay que oir cada cosas!.. y todavía tomar medicación…¿para que?
Bueno sigan con sus cosas que yo tengo mucho que pensar. Me desconecto de su mundo y me enchufo los auriculares”…

Esos son uno de los párrafos guardados en la memoria de una madre y una hermana que día a día luchan contra los molinos de vientos y no pueden desenchufar ese taladro que lastima los oídos, que luchan para no confundirse entre lo real o irreal, que aprendieron a  escuchar diálogos solitarios, y seguir adelante, aceptar charlas con desconocidos sin intervenir con sus fantasmas,  soportar gritos injustificados sin poderlos callar , sueños tormentosos que no podemos velar y agresiones físicas que no solo dejaban dolor físico por los golpes recibidos, sino que consumian el alma.

Una madre que no se entrega, que no se quiebra y que acepta lo que dice un médico que se esfuerza por aliviar al dar los diagnósticos por temor a golpear demasiado o por temor a dar falsas expectativas. Una madre que se alegró como todos los padres cuando se enteró que iba a ser madre y se lo comento a su esposo y a sus otros hijos. Que se deslumbró cuando lo vio nacer y que disfrutó verlo crecer sano ,fuerte y capaz. Y entre esos dieciochos años inolvidables quienes leen esto piensan enseguida fustración, impotencia, desesperación, soledad, ni lo intenten estimados lectores, esto no es una novela de amor o de aventuras, es peor. Es un sentimiento imposible de describir.

Una madre que como siempre se lee en libros es capaz de soportar dolores que otros seres humanos no lo harían Una madre que después de negar en la primera etapa y resistirse a la cruel realidad comenza a asumir la situación ,a buscar ayuda ,a sacar fuerzas a pensar en no rendirse y a empezar a luchar con los molinos de vientos. Enfrentar la fiera no es algo fácil pero no queda otra. O aceptas lo que sucede y buscas ayuda o mueres en el intento.

Sé de casos de padres que no resisten porque no son héroes de historietas infantiles y no son solo padres que deben cobijar a sus hijos hasta que maduren. Son padres y madres que nunca tendrán fin en la lucha y se debilitan con el tiempo, se resignan o se deprimen. Por eso entran  en escena los hermanos que deben actuar como padres para reforzar la lucha. Veamos un enfoque positivo siempre en cada línea de la lectura, en la mayoría de esas personas que se involucran en esta historia de terror terminan teniendo un crecimiento enorme. Se deja lo superficial y lo banal y se comprende más lo esencial de la solidaridad y el afecto. Capaces de compartir incluso con los demás otras historias similares, ponerse en la piel de otros a pesar de su dolor y hasta incluso colaborar, prestar su tiempo, sus oídos y siempre dejando su propia vida, sus necesidades personales, sus gustos y sus proyectos por un tercero.

Y mientras uno está acá hurgando en los recuerdos pisoteados por el tiempo, el loco sigue allí, muy campante reafirmando sus ideas para envestir al día siguiente, como en estos interminables veinte años , mientras otros pierdne el sueño por las noches pensando en cómo derribar los molinos de viento que como fantasmas rondan en nuestra vida. Pero que a pesar de las horas no dedicada a nuestros sueños y opuesto a lo dicho, uno siente por dentro, desde la impotencia que le va creciendo una ira interior para dar vuelta lo que el destino puso en el camino. Buscando en libros, ideologías, religiones y otros atajos es que van trascurriendo las horas mas terribles de la vida hermosa que otros viven por ahí,otros buscan en alguna señal que nos confirme que tenemos que seguir viviendo para ayudar a sobrevivir, cuidar, alimentar al enemigo, al roba sueños, al roba vidas. Un depredador que no tuvo la culpa  de tener esquizofrenia.





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