Un problema
que nos atañe a todos: La violencia infantil.
Aunque
la mayoría de los padres son cariñosos y delicados, algunos no pueden o no
asumen un conveniente cuidado de sus hijos, mientras otros deliberadamente los
lastiman. Los niños son protagonistas y
testigos de la violencia.
Se vive en la
actualidad un tiempo en el que la
violencia parece haberse instalado desde lo social hasta lo cotidiano y desde
este espacio al primero, no obstante que la misma y como tal se filtra en
nuestra sociedad y en nuestra culturas.
Existe la necesidad de un
cambio social. Que no sólo debe surgir
desde el ámito educativo sino sel seno mismo familiar.
La violencia infantil,
hoy está en el tapete, luego de años de oscuridad en donde la complicidad, el
miedo a hablar , tal vez la vergüenza y los códigos de silencio intrafamiliares,
han encontrado un verdadero lenguaje de comunicación en nuestra sociedad.
No sólo existe violencia
en la calle en las instituciones
escolares y en los clubes, sino también
dentro del seno familiar. Esto confirma que esta actitud de la sociedad,
es el reflejo de lo que pasa en la mayoría de los hogares. Hay que profundizar
permanentemente esta problemática. Porque es un problema complejo y
multicausal.
¿Años
antes no se hablaba de violencia?
¿Existía
la violencia o es un mal de este siglo por la complejidad y la competitividad?
¿Los
padres eran violentos y en las escuelas
y liceos existía la violencia? ¿Proviene de imitar otras culturas?
Durante
muchos años, se tuvo que disfrazar las verdades al hablar con los padres, por
el reclamo angustiado de algún niño o adolescente a la hora de hablar de sus
padres. Produce en los docentes quienes tienen contacto con niños y
adolescentes cierta indignación y
frustración por sentir impotencia a la hora de ver que algunos chicos son
maltratados.
El
maltrato consiste en arriesgar intencionalmente y previsiblemente a un niño.
El
abuso físico incluye lesiones corporales ocasionadas por golpes o quemaduras.
La negligencia consiste en no satisfacer las necesidades básicas del niño como
ser alimentación, vestimenta o protección. El abuso emocional causa trastornos cognitivos,
emocionales, mentales o del comportamiento
La
burla, el rechazo, la intimidación, los insultos, la degradación, la falta de
amor son también formas de maltrato infantil.
Hoy
en día el maltrato es más reconocido que en el pasado, pero es difícil de
determinar o de detectar. Gracias a las nuevas leyes, los menores pueden
terminar su etapa de crecimiento en forma sana y saludable porque hay instituciones
que apoyan.
El
castigo físico no es aconsejable en ninguno de los casos porque sus efectos son
generalmente negativos: se imita la agresividad y aumenta la ansiedad del niño.
Muchas
veces cuesta entender las cifras de
datos reportados porque un buen porcentaje queda atrapados en medio de valores
conflictivos: la privacidad y la vergüenza.
¿Por qué algunos
adultos descuidan a sus hijos?
¿Cómo
detectar a los transgresores?
¿Qué
valores y patrones culturales tienen?
¿Cuáles
son los efectos posteriores del maltrato?
El
maltrato ocasiona consecuencias serias. A veces confunden violencia y maltrato
con puesta de límites o formación de hábitos. Los niños hablan tardíamente del
tema. Tienden a repetir años escolares, desempeñarse deficientemente en el área cognitiva, están
desorientados frente a sus progenitores o provocan incidentes y actos de
violencia o vandalismo dentro y fuera de las instituciones educativas.
Si
bien las sanciones dentro de un centro escolar o liceal sirven como efecto para
renovar el control o aceptar las normas, hay que pensar que la convivencia y la
tolerancia no se dan ,porque en la sociedad y
los hogares los chicos viven otras situaciones.
Pese a eso,
si logramos en la escuela y en los liceos notar este tipo de comportamiento no siempre
decimos que no podemos ayudarlos, lograr
cierto apego generar buenos vínculos
entre maestros, profesores, instituciones y familias, hace que los educandos
sienta que alguien los apoya y puedan con ayuda superar situaciones de riesgo o
efectos traumáticos.
Debemos
lograr que ellos sean en un futuro progenitores no abusadores. Esto se logra si
cuentan desde el ya con alguien a quien pueden solicitar ayuda.
Instituciones educativas vs. Comunidad
La
prevención comunitaria eficaz y las estrategias de intervención hoy en día
tienen fuertes objetivos que están a la disposición de todos. Resulta difícil
lograr solidaridad, respeto y ayuda mutua. Los docentes no solamente son los que están a cargo de distribuir
conocimientos sino quines manejan la puesta
de límites,instriuyen acerca de los
derechos y las obligaciones de cada individuo que se está formando .No se trata
de controlar el problema, sino de entenderlo. Este problema es de gran trascendencia
por su factor de riesgo en todas las clases sociales.
Una
crianza poco efectiva se proyecta luego en la adolescencia y más tarde en el
adulto que repetirá sin lugar a dudas las conductas que les fueron impartidas
en su infancia. Una prevención precoz evita que las cosas se transformen en
síntomas graves.
Recordemos
que el tema violencia y sus efectos se
extienden fuera del ámbito de la pareja o de la familia y todo
lo relacionado son las personas con quienes dejamos a los hijos a su cuidado; empleadas
domésticas o cuidadoras que conviven a diario y por muchas horas con los
menores. Uno nunca sabe lo que sucede cuando no estamos presentes.
Es
bueno ser perceptivos y buscar ayuda sin temor. Dentro de cada barrio existen
instituciones que pueden ayudar o proporcionar apoyo donde se puede encontrar
respuestas efectivas y solidarias a los problemas y asesoramiento legal ,en
caso de ser necesario
La
mediación es una de las infinitas maneras e intentar solucionar este tipo de
conflictos. Con ayuda de profesionales se puede llegar a acuerdos promoviendo
entre las partes implicadas.
Los adultos también son violentos
Los maestros y
profesores siempre intentamos estar
atentos y somos sensibles a la hora de presentir alguna anomalía. A veces es violencia verbal, en
forma de insultos y verbalizaciones que indican falta de respeto por los
derechos del otro. Las
reacciones que generan malos modales también
se escuchan lamentablemente en boca de los adultos y familiares que rodean el entorno de los
chicos. Lamentablemente con cierta frecuencia en los pasillos de las
instituciones, en las entrevistas con los docentes, estas interjecciones
negativas se perciben por la voz que
expresa, algún sentimiento profundo como molestia, bronca, ira etc.
Existen estudios que plantean la
hipótesis de que el grado de conducta agresiva o violenta que manifiestan algunos individuos es el
resultado de la manera particular en el que el individuo fue socializado en su
infancia.
Las instituciones en su mayoría tienen
propuestas de talleres para padres y es bueno que éstos concurran. Sensibilizarse
al respecto, es un buen comienzo. Ser padres no significa ser perfectos y todos
podemos equivocarnos alguna vez. Pero la educación escolar y lineal no mejora
la conducta ni forma ciudadanos responsables y saludables, si no hay en el
hogar una educación familiar acorde cuya misión es velar por los menores.
La violencia física, como
los gestos que indiquen falta de respeto por los derechos del otro, los comportamientos que
indiquen malos modales o falta de respeto llevan a que amparados en nuestra
profesión se dediquen espacios intra- aula, proyectos escolares y planificación
de especialistas o equipos multidisciplinarios para que colaboren con este
tema. No hay que olvidarse que a violencia genera conductas que pueden llevar
al individuo a transitar caminos no deseados como las drogas y el alcohol. Esto
trae aparejado un alto costo social en
términos de recuperación.
Un
deber que cumplir desde el rol docente:
Durante
la infancia desarrollamos la mayoría de los valores que nos acompañaran durante
toda nuestra vida, de allí la importancia de que como padres y educadores
trasmitamos a partir de nuestro ejemplo y de la reflexión, los valores que
permitan llegar a un mundo con armonía.
Para
poder transitar la vida eligiendo comportamientos adecuados , de bajo riesgo y
concretando propósitos, se debe de contar con una reflexión interna de porqué,
para qué y cómo actuar. Por ser humanos tenemos ese instinto para prevenir que
a veces suele perderse .
Empecemos a reflexionar todos, acerca
de algunas palabras que si todos internalizamos, no hay duda de que seremos más
felices: “SER TOLERANTES “.
Hay que terminar con la violencia
entre todos: familia- escuela- comunidad-.
Cómo
se trabaja el tema sin herir susceptibilidades.
Cada actor social que pertenece
a un entramado social determinado debe asumir
responsabilidades de forma tal
que los cambios no sean a largo plazo.
Las campañas de
concienciación hacia la sociedad , provengan de los estamentos estatales o privados,
serán una buena contribución para esta lucha.
Al hablar de este tema
debe tenerse en consideración todas las
variables que tienen quever
con las relaciones entre cada uno de los
individuos y esto incluye a la familia,
los amigos, las instituciones y obviamente al individuo mismo como sujeto
social que pertenece a una sociedad.
Siendo padres y docentes está en nosotros la
posibilidad de formar valores en el niño, para darle las herramientas
indispensables con las cuales poder desarrollarse como un nuevo hombre que
idealice una nueva ética en la que se puedan perfilar nuevos rasgos sociales. Buscar ayuda, consultar y asesorarse.
Hablar con alguien. Nunca ser cómplices, ni buscar el silencio como refugio
.Siempre alguien nos presta una mano. Sabemos que no hay recetas milagrosas,
pero siempre hay caminos posibles…
Ana María Castro
Luca.
www.urueduca.blogspot.com
Docente
E. en Lic. Ciencias
de la Educación
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