martes, 5 de octubre de 2010

Los niños vistos desde una perspectiva de género



Es indiscutible que los progenitores sean los que más influencian a sus hijos hacia las actividades apropiadas para el género. Expresan los estereotipos del mismo y representa los papeles tradicionales.

¿De qué forma se percatan los niños y las niñas del significado de género y cómo se explican las diferencias de comportamiento entre los sexos?

La identidad de género, y de todo lo que esto implica es un aspecto importante que todo padre debe considerar. Las diferencias de género son diferencias psicológicas comportamentales entre los sexos. Desde temprana edad, los varones actúan más agresivos que las niñas tanto física como verbalmente. Es común que si un varoncito de la casa le reclama las muñecas a su hermana, es objeto de burlas.

No siempre es aprobado siempre que “la nena” de la casa, se encargue de hacerle un cambio de aceite al auto. Algunos estudios realizados, muestran que las niñas son más aplicadas, obedientes y colaboradoras con sus papás y buscan más la aprobación que los varones. Los padres lo notan sobre todo en los juegos. Tienen formas de pasar el tiempo diferente.

¿Muchos padres se pregunta si es un sexo más inteligente que el otro?

En realidad pruebas realizadas no revela diferencias intelectuales en cuanto al género. Pero... las nenas y los nenes actúan diferente.

¿De qué dependen las diferencias de género?

Depende de la cultura, de los comportamientos, intereses y actitudes que los adultos consideran adecuados para los hombres y las mujeres. Todas las sociedades adjudican roles diferentes.

¿Son construcciones sociales o reflejan ellas las diferencias biológicas subyacentes entre hombres y mujeres?

¿Las influencias sociales y culturales originan las diferencias de género o simplemente lo acentúan?

Desde una perspectiva biológica, afirman que es algo genético, hormonal y neurótica. Desde una perspectiva social, es la sociedad quien las impone.

¿Es la familia la encargada de trasmitirlos?

En hogares igualitarios, el papel del padre en la socialización del género es importante. Si ve a su progenitor realizando tareas domésticas y se encargan del cuidado infantil es probable que no sean tan estereotipados los géneros, y sus hijos participen de juegos menos tipificados. Muchas veces escuchamos decir que “mi marido no sirve para hacer las tareas de la casa”, o que en alguna reunión, se conversa de pañales o precios del supermercado, se escucha decir: “de eso se encarga mi mujer”.

Sin querer, hemos sido educados en otros tiempos y las abuelas, nuestras madres, se han ido encargando de trasmitirnos pautas que si querer las repetimos con los hijos. No hay que echarle la culpa sólo a lo biológico. Pues si nosotras vemos que nuestro marido llega de trabajar y en vez de mirar el informativo, se pone a tejer, creo que nos asombraríamos. Es bueno, poquito a poquito ir eliminando los obstáculos que dificultan el reparto equilibrado de las responsabilidades para debilitar el tradicional papel de la mujer y al hombre.

¿Qué pasa con los medios de comunicación?

Hoy en día los niños y las niñas pasa muchas horas del día frente a un televisor. La publicidad es muy estereotipada. Es raro ver a unas mujeres haciendo a nuncios televisivos para autos de carrera, u hombres que aparezcan promocionando un detergente mágico que facilita las cosas. Por lo general, los programas de deportes como el boxeo, el fútbol y las carreras de automóviles son propios de los varones de la casa. En cambio las telenovelas, los programas de cocina tienen como audiencia al sector femenino.

Hablemos de los libros de cuentos. Han sido durante mucho tiempo fuente de estereotipos de género. Los hombres son los príncipes valientes, superhéroes y musculosos rivales. Las mujeres son las que necesitan ayuda, se pierden en el bosque o son hadas delicadas. El sexismo está fuertemente arraigado en nuestra sociedad y los mensajes subliminales se perciben en nuestra cotidianeidad.

¿Y en la escuela? Los maestros, ¿eliminan rasgos sexistas en los pequeños actos de la vida cotidiana? ¿A quienes rezongan más, a los varones o a las nenas?

El sistema educativo debe ser uno de los instrumentos fundamentales para corregir las desigualdades sociales y, entre ellas, las que Se producen por razón de sexo, contribuyendo así a hacer realidad los principios de la igualdad y la no discriminación. La socialización es un proceso en el cual sin lugar a dudas los niños aprenden a temprana edad los respectivos papeles de género.

Lo cierto es que esta adjudicación tiene lugar en la niñez temprana. Los estereotipos de género son generalizaciones preconcebidas respecto al comportamiento masculino o femenino.

Quizás ambas perspectivas puedan contribuir a nuestra compresión; pero ninguna explica completamente por qué los niños y las niñas llegan a ser diferentes en algunos aspectos y no en otros.

¿Nuestra familia es estereotipada?

A) En su casa es UD la que realiza las tareas domésticas.

B) ¿Considera que las niñas debe utilizar vestidos rosaditos?

C) ¿El jefe del hogar lava los platos y cuida a los niños?

D) ¿Se escucha decir que los varones nunca debe llorar?

E) Se asombra si su hijo prefiere jugar a las muñecas.

F) Prefiere que la nena de la casa no practique el fútbol.

G) Piensa que los varones son más agresivos que las nenas.

H) Los hombres son más protectores que las mujeres.

I) Los varones suelen decir más malas palabras que las niñas.

Si la mayor parte de las respuestas es si, entonces su familia es muy estereotipada e internaliza estándares trasmitidos socialmente. Convendría que se leyera sobre el tema. Si la mayoría es no, en su familia, sus hijos están menos enterados de los estereotipos de género y son menos tipificados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario