sábado, 9 de octubre de 2010

Maltrato infantil



La escuela no es una burbuja  aislada de la sociedad.

Aunque la mayoría de los padres son cariñosos y delicados, algunos no pueden o no asumen un conveniente cuidado de sus hijos mientras otros deliberadamente los lastiman.

Durante muchos años, he debido frenar mis impulsos, disfrazar las verdades al hablar con los padres, por el reclamo angustiado de algún niño o niña a la hora de hablar de sus padres. Eso a generado en mi y en muchos colegas cierta indignación y frustración por vernos atados de pies y manos a la hora de ver que algunos chicos son maltratados.



El maltrato consiste en arriesgar intencionalmente y previsiblemente a un niño. El abuso físico incluye lesiones corporales ocasionadas por golpes o quemaduras. La negligencia consiste en no satisfacer las necesidades básicas del niño como ser alimentación, vestimenta o protección. El abuso emocional causa trastornos      cognitivos, emocionales, mentales o del comportamiento

La burla, el rechazo, la intimidación, la degradación la falta de amor son también formas de maltrato.

Hoy en día el maltrato es más reconocido que en el pasado, pero es difícil de determinar o de detectar.

El castigo físico no es aconsejable en ninguno de los casos porque sus efectos son generalmente negativos: se imita la agresividad y aumenta la ansiedad del niño.

Muchas veces cuesta entender las cifras  de datos reportados porque un buen porcentaje queda atrapados en medio de valores conflictivos: la privacidad y la vergüenza.

¿Por qué los adultos descuidan a sus hijos?

¿Cómo detectar a los transgresores?

¿Qué valores y patrones culturales tienen?

¿Cuáles son los efectos del maltrato?

El maltrato ocasiona consecuencias serias. Los niños hablan tardíamente del tema. Tienden a repetir años escolares, desempeñarse  deficientemente en el área cognitiva o están desorientados frente a sus progenitores.

Son agresivos, o retraídos, no tienen amistades.

Pese a ellos si logramos en la escuela notar este tipo de comportamiento no siempre decimos que  no podemoslos, lograr cierto apego hacia esa personita hace que ésta sienta que alguien los apoya.

Debemos lograr que ellos sean en un futuro progenitores no abusadores. Esto se logra si cuentan desde el ya con alguien a quien pueden solicitar ayuda.

La prevención comunitaria eficaz y las estrategias de intervención hoy en día tienen fuertes objetivos que están a la disposición de todos.

Una crianza poco efectiva se proyecta luego en la adolescencia.

Recordemos que el tema violencia  y sus efectos se extienden fuera del ámbito de la pareja o de la familia. Otro tema directamente relacionado son las personas con quienes dejamos a los hijos a su cuidado; empleadas domésticas o cuidadoras que conviven a diario y por muchas horas con los menores. Uno nunca sabe lo que sucede cuando no estamos presentes.

Los maestros siempre deben intentar estar atentos y ser sensibles a la hora de presentir alguna anomalía.

Estas formas de violencia se escuchan en la escuela: A veces es violencia verbal, en forma de insultos y verbalizaciones que indiquen falta de respeto por los derechos del otro. Las verbalizaciones que indiquen malos modales que escuchamos en boca de los familiares se escuchan lamentablemente con cierta frecuencia en los pasillos de las instituciones, estas interjecciones negativas se perciben por la  voz que expresa algún sentimiento profundo como molestia, bronca, ira etc.

La violencia física, como los gestos que indiquen falta de respeto por los derechos del otro, los comportamientos que indiquen malos modales o falta de respeto lleva a que amparados en nuestra profesión se dediquen espacios intra- aula, proyectos escolares y planificación de especialistas o equipos multidisciplinarios para que colaboren con este tema.



Un deber que cumplir los educadores:

Durante la infancia desarrollamos la mayoría de los valores que nos acompañaran durante toda nuestra vida, de allí la importancia de que como padres y educadores trasmitamos a partir de nuestro ejemplo y de la reflexión, los valores que permitan llegar a un mundo de paz.

Para poder transitar nuestra vida eligiendo nuestros comportamientos y concretando nuestros propósitos, debemos contar con una guía interna de porqué, para qué y cómo actuar. Tenemos que tener instinto para prevenir. Empecemos a reflexionar con nosotros mismos y con nuestros hijos y alumnos acerca de algunas palabras que si todos internalizamos, no hay duda de que seremos más felices: TOLERANCIA.

Cómo se trabaja el tema sin herir susceptibilidades.

El problema está, pero no por eso decimos que, no hay solución. Los niños siempre tienden a ocultar que son agredidos y maltratados. Basta con leer ciertos cuentos tradicionales como “La Cenicienta”, “Caperucita Roja”, “Blancanieves y los siete enanitos “y “Hansel y Gretell”  y  pedirles que opinen sobre la forma de actuar de los personajes y siempre encuentran en algunos de ellos algo con que se identifican. Un buen comentario del cuento lleva a que cada uno se atreva a contar sus propias experiencias en un espacio  colectivo.

Me causa escalofríos cuando escucho confesiones, cuando se rompe el silencio, pero también fortaleza al saber que cada maestro, desde su escuela puede promover soluciones a los problemas de nuestros niños.

Siendo padres y docentes está en nosotros la posibilidad de formar valores en el niño, para darle las herramientas indispensables con las cuales poder desarrollarse como un nuevo hombre que idealice una nueva ética en la que se puedan perfilar nuevos rasgos sociales.

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