Cervezas artesanales que vale la pena probar
Sin embargo, la cerveza tuvo una evolución distinta en cada una de las civilizaciones que la introdujeron a su dieta. Ya que no fue hasta la época de los romanos que se incorporó la cebada como el ingrediente principal, el trigo maltado y el maíz fueron utilizados por los pobladores de Britania y los precolombinos.
Originalmente los ingredientes de la cerveza eran cebada malteada, agua, levadura, romero y tomillo creando así un líquido turbio y alto en proteína. A partir el año 1,400 fue que se le agregó en Flandes y Holanda el lúpulo, con lo que se le añadió un sabor amargo. Para el siglo XVIII todas las cervezas incluían esta planta, pues los monjes de la Edad Media refinaron tanto su uso como la elaboración completa de la cerveza. No obstante el proceso para lograr la cerveza con la calidad que se conoce hoy en día no nació sino hasta que Luis Pasteur ayudó a que se pudiera controlar la transformación de azúcar en alcohol.
Ahora bien, muchas cervezas hoy en día se encuentran diluidas y su creación se da de forma industrializada por lo que se pierde el cuerpo y el sabor de las mismas. Es por ello que cada vez son más solicitadas las cervezas artesanales. Una cerveza de este tipo utiliza únicamente los ingredientes tradicionales sin añadir colorantes u otros cereales como arroz o maíz.
En el caso de México en las décadas de los 80 y 90 los grandes grupos cerveceros comenzaron a dominar el mercado, creando bebidas con bajo grado alcohólico, refrescantes y carentes de cuerpo y color. La cerveza, por lo tanto, perdió prestigio y dejó de verse como una bebida de alta gama. Hoy en día gracias a las versiones artesanales recupera su posición incluso como un sustituto del vino en maridajes. Tanto así que hasta han empezado a despuntar los llamados Beer Sommeliers, pues cada vez hay más productores de este tipo. En México se encuentran alrededor de 250 productores y en Estados Unidos hay más de 2,500.
Estas son las que no pueden perderse:
Saga – Proveniente de Atlixco, Puebla se trata de la versión clara de la cervecería Cinco de Mayo que se realiza con agua proveniente de los volcanes. Se produce con doble fermentación en caliente y presenta 6 grados de alcohol. Su color es un ámbar intenso con un poco de cobre y tiene un gran cuerpo, su sabor cuenta con toques cítricos y especiados.
Osadía – Esta es la versión oscura tipo abadía de la misma casa cervecera poblana. El color oscuro profundo tiene algunos reflejos caramelo y conserva una espuma prolongada. El sabor es fuerte y un poco amaderado por lo que se recomienda con sabores fuertes como el queso gorgonzola o la carne roja.
Tempus Doble Malta – La casa cervecera cuenta cuya planta de producción se encuentra en Querétaro cuenta con una oferta de cuatro versiones de su “ale”, sin embargo ésta es la que presenta más sabor por sus toques tostados. El color caramelo y el sabor que balancea dulzor y amargor la ha hecho acreedora a galardones en varias competencias.
Jack Stout– Con 7 años en el mercado se trata de una de las cervezas artesanales mexicanas más vendidas en México. Cuentan con 6 variantes y su producto insignia consiste en una cerveza estilo Imperial Stout de color casi negro y una concentración de alcohol del 6%. Debido a su mezcla de tostados tiene un aroma intenso similar al del café y un sabor amargo con notas de frutos negros. También hay una versión con notas de chocolate muy interesante.
Chaneque Red Ale – Realizada con 5 maltas, lúpulo y una mezcla de hierbas que hacen de esta cerveza una opción muy refrescante, pero sin perder su cuerpo y espuma. Cuenta con un color rojizo, notas de sabor tostadas y aroma acaramelado. Debido a sus ingredientes, aparecen algunas notas especiadas y florales. Esta casa cervecera lanzará durante las fiestas patrias una cerveza de edición especial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario