sábado, 1 de febrero de 2014

Las drogas,un camino a un laberinto infernal




Capitulo 6
Art. 356





 Las drogas,un camino a un laberinto infernal



Cuidado con el uso de alcohol y drogas. Una mente por más sana que sea puede terminar dañada produciendo daños irreversibles como llegar hasta la locura. Entonces si, comienza un camino sin regreso. Un viaje sin retorno. Un diploma que recibee un joven que confirma la destrucción de cualquiera y que el único mérito es la locura.


Un día, me encontraba en el mejor momento de la vida y como un película de cine de terror me encontré que metafóricamente habían raptado a mi hermano. No literalmente, sino que la vida me había arrebatado a un ser querido y mi intuición me decía que sin estar preparada para ir a rescatarlo una fuerza inexplicable me puso frente a una acción que no tenía vuelta atrás. Desde un barrio de gran calma y de vecinos amables y donde me sentía segura donde los días transcurrían felices, me encontré caminando sin saber a dónde ir para rescatarlo.
Ni idea por dónde empezar, como si fuera un laberinto infernal comencé a descender por calles que ni los nombres podía recordar y que a medida que mis pasos que al principios eran firmes comenzaban a temblar mi andar nervioso  preocupado.
Por ese laberinto ciudadano, solo percibía que las luces cada vez eran más leves y que las personas que se me cruzaban en mi camino eran más gigantes y con aspectos desagradables Un olor nauseabundo percibían mi olfato. Me revolvían el estómago. Ni un paso atrás en mi memoria porque de hacerlo hubiese corrido en forma opuesta a la que el destino me llevaba.
Ni idea de la hora ni el tiempo que recorrí ese laberinto que había descubierto por breves palabras inconscientes que  mi hermano me contaba en sus noches de delirio por las drogas. En casa, nadie se animaba a realizar esa misión, pero una fuerza que provenía de mi madre hacía que yo pudiera continuar. Sin ropa adecuada para el frio que sentía, sin armas para defenderme más que mi humanidad, entré a ese laberinto y ni quisiera volverlo a recordar a pesar de hoy estar escribiendo esto.
Cada vez más descendía, todo se oscurecía y las caras de los seres humanos que me interceptaban se veían desencajadas, blancas y demacradas. Todos tirados por el suelo, en poses retorcidas y algunos gimiendo., Mucho silencio y mucha confusión. Unas sonrisas de algunos asquerosos  voctimarios o víctimas me invitaban con productos que con firmeza y asco negaba automáticamente y sin pensarlo.
 Sólo focalizaba en mi cerebro que tendría que reconocer entre tantos cuerpos donde estaba el ser humano que pensé que podría encontrar.
Y en un momento reconocí su ropa. La poca que tenía puesta antes de salir de casa. Mucha se la habían robado o la habría cedido para conseguir drogas o alcohol. Estaba allí tirado, delirante y no me reconocía. Hablaba en lenguaje extraño y me costó mucho acercarme a él. Cuando logré alcanzarlo, tuve que hacer mucha fuerza para intentar levantarlo y no podía. Tomé mucha fuerza y lo arrastré por ese laberinto que hasta estas alturas ni sabía por dónde regresar, es que estaba confundida y tuve que hacer una fuerza enorme para intentarlo. Era entre la vida y la muerte. Manos que salían de cualquier lugar pasaban asquerosamente por mi cuerpo o de mi hermano con intento de detenernos en ese lugar y a cada paso con un palo que me parecía la mejor arma iba sorteando los obstáculos para arrastrarme de esa mugre en donde me había metido. Ni podía soportar el olor que en mi ropa dejaba.
Ni idea cuando logré salir de allí… y bajo amenazada de algunos matones si denunciaba el lugar  con el peso muerto logré llegar hasta un lugar y el foco de una luz de la ciudad me mostró algo que jamás pensé que vería ..el rostro y el físico consumido por las drogas rogándome que lo dejará ahí, que esa era la vida que el deseaba.. Como pude lo subí a un taxi y lo llevé de regreso a casa. Creí  que había llegado tarde para poder lograr salvar a mi hermano. Luego de ahí, una paz interior llenó mi cuerpo. 
Aun ni idea como se me ocurrió llamar a un médico y dejar que se ocuparon de sus signos vitales. Me miraron con consideración, como si no entendiera que era el comienzo de un gran infierno ,pero jamás perdí la esperanza. Creo que hice bien aunque el destino se lo llevó él, porque a partir de ese día, comenzó una etapa que solamente mi hermano podría ahora explicar. El experimento con las drogas y el alcohol habían dejado graves secuelas en su organismo. Los médicos dijeron que no podían hacer nada.
Pero aun así fue  llevarlo a una clínica.Era la última  y la única opción. No quería tener un remordimiento de conciencia.Pensé en dejarlo morir para no luchar mas.
 Siempre me culpó de lo que hice..de internarlo...
 Me reprochaba que era su decisión, de elegir  ese viaje que  él  mismo quiso hacer .
Despues de muchos años y saber que  no reconoce quien es sabemos que su regreso a nuestras vidas es parcial, hoy puede recordarlo parcialmente o  contarlo a medias, porque ese viaje que hizo al extremo dejó secuelas graves y crónicas .
 Otros que sus nombres ya no recuerdo o que sus familiares no pudieron encontrarlos, desaparecieron, nadie sabe de ellos. Y aunque un psiquiátrico es un infierno, creo que es mejor que haberlo dejado morir. Aunque los sanatorios no son la mejor opción, fue lo más difícil que hice en mi vida.


Hoy en sus ratos de cordura ,se puede escuchar desde su forma de ser:

"
Hoy el día está más gris que nunca, la flor que en vano regaba no está más hace tiempo, recién caigo de que no quería crecer, y como mal perdedor, o mal jugador, me deje vencer, mas el mundo cruel es en esta situación, porque nada de lo que pudiera hacer cambiaria algo, estoy como la rosa del principito creyéndose única en el mundo, sin ver mas allá de sus ojos, y no dándose cuenta de muchas cosas, pero era lo que buscaba en el fondo, lo que pedía a gritos mi corazón, terminar el lento y largo sufrimiento padecido todos estos años, por un lado me siento aliviado, por el otro quiero gritar a los cuatro vientos todo el dolor que llevo dentro, dejar que salga toda la amargura que me está perforando el casco y haciéndome hundir, poder realizar el cambio que tanto necesito, pero todo a su debido tiempo, ya lo mas cruel paso, ahora queda el soportar las decisiones tomadas a la ligera con años de meditación."
Alejnadro

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