Capitulo 6
Art. 356
Las drogas,un camino a un laberinto infernal
Cuidado con el uso de alcohol y drogas. Una
mente por más sana que sea puede terminar dañada produciendo daños
irreversibles como llegar hasta la locura. Entonces si, comienza un camino sin
regreso. Un viaje sin retorno. Un diploma que recibee un joven que confirma la destrucción de cualquiera y que el único mérito es la locura.
Un día, me
encontraba en el mejor momento de la vida y como un película de cine de terror me
encontré que metafóricamente habían raptado a mi hermano. No literalmente, sino
que la vida me había arrebatado a un ser querido y mi intuición me decía que
sin estar preparada para ir a rescatarlo una fuerza inexplicable me puso frente
a una acción que no tenía vuelta atrás. Desde un barrio de gran calma y de
vecinos amables y donde me sentía segura donde los días transcurrían felices,
me encontré caminando sin saber a dónde ir para rescatarlo.
Ni idea por dónde empezar,
como si fuera un laberinto infernal comencé a descender por calles que ni los
nombres podía recordar y que a medida que mis pasos que al principios eran
firmes comenzaban a temblar mi andar nervioso
preocupado.
Por ese laberinto
ciudadano, solo percibía que las luces cada vez eran más leves y que las
personas que se me cruzaban en mi camino eran más gigantes y con aspectos desagradables
Un olor nauseabundo percibían mi olfato. Me revolvían el estómago. Ni un paso
atrás en mi memoria porque de hacerlo hubiese corrido en forma opuesta a la que
el destino me llevaba.
Ni idea de la hora
ni el tiempo que recorrí ese laberinto que había descubierto por breves
palabras inconscientes que mi hermano me
contaba en sus noches de delirio por las drogas. En casa, nadie se animaba a
realizar esa misión, pero una fuerza que provenía de mi madre hacía que yo
pudiera continuar. Sin ropa adecuada para el frio que sentía, sin armas para
defenderme más que mi humanidad, entré a ese laberinto y ni quisiera volverlo a
recordar a pesar de hoy estar escribiendo esto.
Cada vez más descendía,
todo se oscurecía y las caras de los seres humanos que me interceptaban se veían
desencajadas, blancas y demacradas. Todos tirados por el suelo, en poses
retorcidas y algunos gimiendo., Mucho silencio y mucha confusión. Unas sonrisas
de algunos asquerosos voctimarios o víctimas me invitaban con productos que con firmeza y asco negaba automáticamente
y sin pensarlo.
Sólo focalizaba en mi cerebro que tendría que reconocer entre tantos cuerpos donde estaba el ser humano que pensé que podría encontrar.
Sólo focalizaba en mi cerebro que tendría que reconocer entre tantos cuerpos donde estaba el ser humano que pensé que podría encontrar.
Y en un momento reconocí
su ropa. La poca que tenía puesta antes de salir de casa. Mucha se la habían robado
o la habría cedido para conseguir drogas o alcohol. Estaba allí tirado,
delirante y no me reconocía. Hablaba en lenguaje extraño y me costó mucho
acercarme a él. Cuando logré alcanzarlo, tuve que hacer mucha fuerza para
intentar levantarlo y no podía. Tomé mucha fuerza y lo arrastré por ese
laberinto que hasta estas alturas ni sabía por dónde regresar, es que estaba
confundida y tuve que hacer una fuerza enorme para intentarlo. Era entre la
vida y la muerte. Manos que salían de cualquier lugar pasaban asquerosamente
por mi cuerpo o de mi hermano con intento de detenernos en ese lugar y a cada
paso con un palo que me parecía la mejor arma iba sorteando los obstáculos para arrastrarme
de esa mugre en donde me había metido. Ni podía soportar el olor que en mi ropa
dejaba.
Ni idea cuando logré
salir de allí… y bajo amenazada de algunos matones si denunciaba el lugar con el peso muerto logré llegar hasta un lugar
y el foco de una luz de la ciudad me mostró algo que jamás pensé que vería ..el
rostro y el físico consumido por las drogas rogándome que lo dejará ahí, que
esa era la vida que el deseaba.. Como pude lo subí a un taxi y lo llevé de
regreso a casa. Creí que había llegado
tarde para poder lograr salvar a mi hermano. Luego de ahí, una paz interior
llenó mi cuerpo.
Aun ni idea como se me ocurrió llamar a un médico y dejar que se ocuparon de sus signos vitales. Me miraron con consideración, como si no entendiera que era el comienzo de un gran infierno ,pero jamás perdí la esperanza. Creo que hice bien aunque el destino se lo llevó él, porque a partir de ese día, comenzó una etapa que solamente mi hermano podría ahora explicar. El experimento con las drogas y el alcohol habían dejado graves secuelas en su organismo. Los médicos dijeron que no podían hacer nada.
Pero aun así fue llevarlo a una clínica.Era la última y la única opción. No quería tener un remordimiento de conciencia.Pensé en dejarlo morir para no luchar mas.
Siempre me culpó de lo que hice..de internarlo...
Me reprochaba que era su decisión, de elegir ese viaje que él mismo quiso hacer .
Despues de muchos años y saber que no reconoce quien es sabemos que su regreso a nuestras vidas es parcial, hoy puede recordarlo parcialmente o contarlo a medias, porque ese viaje que hizo al extremo dejó secuelas graves y crónicas .
Otros que sus nombres ya no recuerdo o que sus familiares no pudieron encontrarlos, desaparecieron, nadie sabe de ellos. Y aunque un psiquiátrico es un infierno, creo que es mejor que haberlo dejado morir. Aunque los sanatorios no son la mejor opción, fue lo más difícil que hice en mi vida.
Aun ni idea como se me ocurrió llamar a un médico y dejar que se ocuparon de sus signos vitales. Me miraron con consideración, como si no entendiera que era el comienzo de un gran infierno ,pero jamás perdí la esperanza. Creo que hice bien aunque el destino se lo llevó él, porque a partir de ese día, comenzó una etapa que solamente mi hermano podría ahora explicar. El experimento con las drogas y el alcohol habían dejado graves secuelas en su organismo. Los médicos dijeron que no podían hacer nada.
Pero aun así fue llevarlo a una clínica.Era la última y la única opción. No quería tener un remordimiento de conciencia.Pensé en dejarlo morir para no luchar mas.
Siempre me culpó de lo que hice..de internarlo...
Me reprochaba que era su decisión, de elegir ese viaje que él mismo quiso hacer .
Despues de muchos años y saber que no reconoce quien es sabemos que su regreso a nuestras vidas es parcial, hoy puede recordarlo parcialmente o contarlo a medias, porque ese viaje que hizo al extremo dejó secuelas graves y crónicas .
Otros que sus nombres ya no recuerdo o que sus familiares no pudieron encontrarlos, desaparecieron, nadie sabe de ellos. Y aunque un psiquiátrico es un infierno, creo que es mejor que haberlo dejado morir. Aunque los sanatorios no son la mejor opción, fue lo más difícil que hice en mi vida.
Hoy en sus ratos de cordura ,se puede escuchar desde su forma de ser:
"
Hoy el día está más gris que nunca, la flor que en vano regaba no está más hace tiempo, recién caigo de que no quería crecer, y como mal perdedor, o mal jugador, me deje vencer, mas el mundo cruel es en esta situación, porque nada de lo que pudiera hacer cambiaria algo, estoy como la rosa del principito creyéndose única en el mundo, sin ver mas allá de sus ojos, y no dándose cuenta de muchas cosas, pero era lo que buscaba en el fondo, lo que pedía a gritos mi corazón, terminar el lento y largo sufrimiento padecido todos estos años, por un lado me siento aliviado, por el otro quiero gritar a los cuatro vientos todo el dolor que llevo dentro, dejar que salga toda la amargura que me está perforando el casco y haciéndome hundir, poder realizar el cambio que tanto necesito, pero todo a su debido tiempo, ya lo mas cruel paso, ahora queda el soportar las decisiones tomadas a la ligera con años de meditación."
Hoy el día está más gris que nunca, la flor que en vano regaba no está más hace tiempo, recién caigo de que no quería crecer, y como mal perdedor, o mal jugador, me deje vencer, mas el mundo cruel es en esta situación, porque nada de lo que pudiera hacer cambiaria algo, estoy como la rosa del principito creyéndose única en el mundo, sin ver mas allá de sus ojos, y no dándose cuenta de muchas cosas, pero era lo que buscaba en el fondo, lo que pedía a gritos mi corazón, terminar el lento y largo sufrimiento padecido todos estos años, por un lado me siento aliviado, por el otro quiero gritar a los cuatro vientos todo el dolor que llevo dentro, dejar que salga toda la amargura que me está perforando el casco y haciéndome hundir, poder realizar el cambio que tanto necesito, pero todo a su debido tiempo, ya lo mas cruel paso, ahora queda el soportar las decisiones tomadas a la ligera con años de meditación."
Alejnadro
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