Quédate con aquellas personas con las que puedes ser tú en toda tu esencia
Hay personas que sacan lo más sincero, genuino y verdadero de nuestro interior.
Son aquellos que profundizan en nosotros, que exprimen nuestra esencia y
que nos hacen disfrutar de lo maravilloso que es sentirse bien siendo
uno mismo.
Son esas personas que tienen algo que no sabemos definir que nos invita a tener plena confianza y a sentirnos con total libertad para comportarnos como queramos y como nos pide el cuerpo en cada momento.
Poder ser uno mismo se ha convertido en una excepción más que en una regla,
lo que ocasiona que muchas veces nos sintamos desubicados. Esto se debe
al miedo a que nos juzguen y nos etiqueten, lo que acarrea que al final
ocultemos nuestros verdaderos intereses para no lidiar con ciertas
situaciones.
Uno no
puede ser uno mismo de manera absoluta cuando se está en público, porque
estar en público ya te obliga a cierta autodefensa.
John Lennon
El valor de la autenticidad
A veces negamos que nos guste cierta música
o que estemos interesados en unas aficiones pero no en otras. En otros
momentos podemos incluso obviar u omitir información sobre nosotros que
nos solicitan o que estaríamos encantados de contar.
De esta
manera, poco a poco, vamos dejando de ser nosotros mismos de cara a los
demás o incluso en nuestra vida interna, lo que es mucho más grave y más
preocupante.
O sea, no comportarnos como nos gustaría acaba mermándonos, esto genera un empobrecimiento emocional que nos deja sumidos en una característica mezcla de tristeza,
melancolía y desgana. Esto, por supuesto, tiene sus consecuencias en
nuestras relaciones, que a su vez se tornan cada vez más
insatisfactorias.
Sin embargo, a veces encontramos personas con las que podemos ser nosotros mismos
y con las que nos conseguimos sentir realmente bien. Gracias a ese
empuje nos permitimos liberarnos de esas ataduras emocionales y empezar a
ilusionarnos de nuevo.
Lo cierto es que este tipo de conexiones no abundan, por lo que
tenemos que apreciar cada uno de los momentos que vivimos junto a ellos,
ya que nos ayudan a contemplarnos y a trabajarnos en esencia.
La amistad con uno mismo es de suma importancia, ya que, sin ella uno no puede ser amigo de nadie más en el mundo.
Eleanor Roosevelt
Sé tú con total libertad
Como hemos comentado hasta ahora, ser uno mismo con total libertad es bastante complicado
ya que depende en gran medida de lo cómodos que nos sintamos con los
demás. Sin embargo, el verdadero trabajo a realizar nos corresponde a
nosotros; es decir, que ser uno mismo requiere de autoconocimiento. En este sentido, vamos a analizar qué podemos hacer:
- Acéptate, eres una persona única e irrepetible. Es
normal que quieras mostrar una versión más deseable de ti a los demás,
pero no es necesario. De hecho puede llegar a ser contraproducente ya
que nuestra parte más amigable es la natural.
- No te centres en la imagen que los demás tienen de ti, hazlo en cómo tú te consideras. Esto nos ayuda a ser más auténticos y espontáneos.
- Tu valía no depende de cómo es con lo que te comparas.
Todos tenemos ideales y valores, pero esos no dependen de los demás. Es
importante que trabajes para ser cada vez mejor, pero no para parecerte
o superar a nadie.
Uno de
los retos más difíciles es ser nosotros en un mundo en el que la mayoría
está tratando de aparentar ser alguien más. Valorarnos es costoso, pero
ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo.
Raquel Aldana
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